Las protestas sociales vuelven con fuerza a las calles de Bolivia
Las protestas sociales han vuelto con fuerza a las calles de Bolivia como reacción a varias medidas gubernamentales, entre ellas un fallido cambio en la política marítima y el reparto de tierras en el este del país.
Las protestas de los sindicatos obreros y campesinos han obligado al Gobierno de Evo Morales a dar marcha atrás en su propósito de vender gas a Chile sin exigirle una salida territorial al océano Pacífico, histórica demanda boliviana. Precisamente Morales encabezó en 2003 las protestas contra la decisión del ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada de exportar gas a través de puertos chilenos. La llamada guerra del gas se cobró 70 vidas y la caída del Gobierno.
Ante las protestas, el ministro de Exteriores, David Choquehuanca, anunció la suspensión de la medida. "Era una aberración que mostraba que el Gobierno no tiene memoria. La gente está muy molesta", destacó el ex dirigente campesino radical Felipe Quispe.
Por otro lado, la iniciativa del Instituto Nacional de Reforma Agraria de transferir parcelas cultivables a campesinos sin tierras se ha topado con protestas, ante la pretensión de confiscar 200.000 hectáreas productivas, de las que hasta ahora se han desalojado la mitad. La Cámara Agropecuaria del Oriente y las autoridades del departamento de Santa Cruz advirtieron ayer de que tomarán las medidas necesarias para impedir
que se continúe con la dotación ilegal de tierras.
El Gobierno de Morales se enfrenta además a los paros del transporte público, de los trabajadores de Salud y de los maestros urbanos, que exigen el pago de salarios atrasados, y a un paro ciudadano de 48 horas en la ciudad de Yacuiba, en el sur boliviano, cuya población bloqueaba el paso fronterizo con Argentina. Además, varios campos petroleros han sido ocupados en el Chaco.
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