"Hay que abogar por la no confrontación en Cuba"

Un mes después de la cesión provisional del poder de Fidel Castro a su hermano Raúl, tras una intervención quirúrgica de emergencia por una hemorragia intestinal, Cuba vive con tranquilidad un panorama político sin precedentes. Con el Comandante fuera de juego, de momento, y con un Gobierno liderado por el jefe de las Fuerzas Armadas, Raúl Castro, junto al vicepresidente Carlos Lage, los cubanos se resignan a la incertidumbre que rodea la salud de Fidel Castro y a las escasas comparecencias públicas de Raúl, que en estos 30 días sólo ha participado en dos actos que han tenido trascendencia mediática, ya que en uno de ellos lanzaba un mensaje conciliador a EE UU al tiempo que confirmaba que el país se movilizará ante cualquier injerencia.

En España, el exilio cubano ha vivido las últimas cuatro semanas con cautela y expectación. Considerado menos visceral y mucho menos numeroso que el de Miami (en España, una colonia de 76.000 cubanos, frente a los 2,5 millones de EE UU, la mayoría en Florida), la media docena de formaciones anticastristas que trabajan por un futuro en "democracia" y "libertad", consignas unánimes dentro del exilio, viven expectantes debido al goteo informativo que llega desde la isla sobre la salud del Comandante y el destino de 11 millones de cubanos. Madrid no es Miami ni La Habana, pero aquí también se habla con fervor sobre el futuro de Cuba. Y se discrepa y debate con intensidad.

Para el exilio cubano es prematuro hablar de transición y la especulación es la tónica general en los corrillos anticastristas. Pero a pesar de las diferentes posiciones políticas, existe un punto de encuentro: que los cubanos decidan su futuro de una forma pacífica. El exilio más moderado, formado por la mayoría de las agrupaciones, propugna que si se da una transición, ésta debe estar participada tanto por la oposición interna como por los sectores reformistas que surjan dentro del régimen cubano.

Entre algunos intelectuales del exilio surge una visión en favor de un cambio paulatino hacia una transición que llegará, pero que no será inminente, y que probablemente se inicie con aperturas económicas impulsadas desde el Gobierno cubano. "Lejos de la postura más radical de Miami, que plantea que tiene que haber una transición y elecciones inmediatas, es más aconsejable que se vaya evolucionando gradualmente hacia una transición moderada impulsada desde dentro", explica Víctor Batista, director de la editorial Colibrí.

La mayoría de los activistas anticastristas coinciden en que prefieren que la injerencia de otros países -EE UU anunció su plan de transición en Cuba con ayudas económicas de 80 millones de dólares- sea la menor posible y que preferiblemente "Europa module la política de Bush", sugiere Antonio Guedes, vicepresidente de la Unión Liberal Cubana.

Éstas son las principales agrupaciones anticastristas en España:

- Asociación Encuentro de la Cultura Cubana. Un grupo de intelectuales y escritores formaron en 1992 una plataforma de encuentro cultural, abierto al debate y a todas las opiniones posibles de autores cubanos de dentro y fuera de la isla. Editan la revista Encuentro, que se distribuye en Cuba de forma clandestina, entre 1.500 y 2.000 ejemplares, y que hasta los mismísimos dirigentes del Gobierno cubano leen a hurtadillas. Annabelle Rodríguez, de 66 años y presidenta de la asociación, siempre ha estado muy vinculada a los socialistas -amiga desde hace 35 años de Felipe González y trabajó en la Secretaría de Estado de Cooperación Iberoamérica en los años noventa-. Conoce muy bien la problemática cubana -sus padres fueron miembros relevantes del Partido Comunista Cubano (PCC)-, y opina que "se debe crear una alianza interna entre disidentes y reformistas que abogue por la no confrontación, y donde el exilio pueda contribuir de una forma fundamental porque tiene mucho dinero y mucha preparación".

- La Unión Liberal Cubana. Nació en 1990 en España con vocación de convertirse en un partido desde el cual nutrir a Cuba de ideas, proyectos y estabilidad institucional con vistas al futuro. De tendencia liberal, está liderado por el escritor y periodista Carlos Alberto Montaner. Sus compatriotas en el exilio valoran el trabajo que hace y la seriedad de su proyecto. "No queremos una sucesión, queremos una transición rápida y pacífica. Para ello, estamos recabando el apoyo explícito del Gobierno español para que conjuntamente con la UE apoyen a la oposición interna y a los reformistas del régimen para que el cambio venga de dentro", explica Antonio Guedes, médico cubano de 55 años y vicepresidente de la asociación.

- Fundación Hispano Cubana.

Integrada por españoles y cubanos que residen dentro y fuera de la isla, fue creada en 1996 con el objeto fundamental de ofrecer ayuda humanitaria en Cuba y apoyo a los exiliados cubanos en España. Se la relacionó en sus orígenes al Partido Popular y al sector más radical de Miami. Acogen a exiliados de diferentes posturas políticas, como los socialdemócratas Elizardo Sánchez y Vladimiro Roca, o el democristiano Oswaldo Payá, del Proyecto Varela. Javier Martínez Corbalán, secretario general de la Fundación, explica que han pedido a la comunidad internacional que, si se dan pasos de apertura desde el interior, estén al tanto para apoyar a la disidencia.

- Comité Cubano Pro Derechos Humanos.

Fundado por la octogenaria Marta Frayde en 1976, en Cuba, su lucha le supuso persecuciones y encarcelamiento. Ya en el exilio, esta leyenda viva de la disidencia cubana fundó hace más de una década el Comité en España. Sus compañeros en el exilio reconocen la labor silenciosa de esta mujer incansable en la defensa de los derechos humanos y en su sistemática denuncia ante la opinión pública.

- Cuba Democrática Ya. Influir en la opinión pública sobre la realidad cubana es uno de los objetivos de esta organización de exiliados cubanos, dirigida por el ex preso político Rigoberto Carceller, fundador de la ONG Puente Familiar con Cuba. Carceller, de 42 años, lideró en los años 90 un movimiento de liberación en la zona oriental de Cuba que le llevó a la cárcel. "Temo a veces que los cubanos nos acomplejemos por el monstruo que tenemos a 150 kilómetros; hay que mirar de frente a EE UU sabiendo que tendremos que acabar llevándonos bien con ellos", comenta Carceller, que es vicepresidente del Partido del Pueblo, fundado en 1989 en Miami.

- Asociación Centro Cubano de España.

Aglutina al exilio más veterano y más visceral. En su día las declaraciones más radicales salían de los corrillos que se formaban en sus pasillos. Cuenta con un restaurante donde cada vez hay menos cubanos y más españoles. María Comella, vicepresidenta del Centro Cubano, a sus 82 años, sigue tan combativa como hace 40, cuando tuvo que exiliarse en una embajada durante ocho meses por luchar en la contrarrevolución. "Me dedico a ayudar a los cubanos que llegan, pero cada vez se implican menos en la política", suspira pizpireta.