Un hombre mata en Osuna a su esposa y a su hija embarazada e intenta suicidarse

"Eso no era un hombre, era un animal", dijo ayer entre lágrimas Francisco Lucena Serrato, uno de los cinco hijos del presunto doble parricida que el pasado sábado en Osuna (Sevilla) mató a su esposa, de 54 años, y a su hija, de 33 años, embarazada de cuatro meses y con un niño de dos años. Francisco Lucena, albañil de 58 años, tenía una orden de alejamiento de su cónyuge, Carmen Serrato, desde el pasado 12 de agosto y la policía le había retirado dos escopetas de caza. El supuesto asesino, que según los hijos maltrataba a toda la familia desde hace 30 años, había pasado la tarde vigilando el domicilio de su hija antes de entrar con una escopeta de cañones recortados y disparar dos tiros a su mujer y otros dos a su hija, según la Guardia Civil. El parricida se refugió luego en su casa e intentó suicidarse de un tiro en la cara.

Francisco Lucena, quien según su hijo Manuel hace una semana había amenazado con matar a su madre, se refugió en su domicilio de la calle Jaén, en Osuna, tras el suceso y, cuando agentes de la Guardia Civil y de la Policía Local llamaron a su puerta para detenerlo, arrojó a la calle las llaves de la vivienda y se disparó en la cara. Las fuerzas de seguridad evacuaron al presunto homicida al Hospital Comarcal de Osuna, desde donde se le trasladó a la UCI del Virgen del Rocío de Sevilla. Al cierre de esta edición el presunto homicida estaba grave pero su vida no corría peligro.

"Yo era un niño y veía las palizas que le daba a mi madre. Le partió un brazo, le sacó un ojo. Eso no era un hombre, era un animal". Así describió ayer Francisco a su padre tras abandonar el Instituto Anatómico Forense de Sevilla donde se practicó la autopsia a los cadáveres de su madre y su hermana.

Tras un funeral en la Iglesia de Nuestra Señora de la Consolación, a las 18.00, las dos mujeres fueron enterradas ayer en el cementerio municipal. "El suceso ha conmocionado a todo el pueblo. Es la primera vez que se da un caso de violencia doméstica con consecuencias fatales en Osuna. Mañana está prevista una concentración silenciosa a las 20.00 en la plaza Mayor, después de que se celebre un pleno extraordinario que ha convocado el Ayuntamiento", afirmó ayer el jefe de la Policía Local Juan José Ramírez. El Ayuntamiento de Osuna, de 20.000 habitantes, declaró ayer tres días de luto oficial. Al entierro acudieron más de un millar de personas.

"Ahí tenéis la herencia"

Según relató a Efe otro de los hijos que reside en Málaga, Manuel Lucena, su padre le telefoneó tras realizar los disparos y le dijo: "Ahí tenéis vuestra herencia y si llegas a estar aquí, también te mato a ti". "Siempre ha sabido lo que hacía y le dijo a mi madre que la iba a matar como mataba a los conejos, porque sabía dónde tenía que disparar", añadió.

Por su parte, el jefe de la Policía Local aseguró que, tras la primera denuncia, no existe constancia de que Francisco Lucena estuviera incumpliendo la orden de alejamiento. "No podemos saber cómo se comportaba con su familia, pero de cara al exterior no era un hombre conflictivo", añadió Ramírez.

Los vecinos de la urbanización donde vivían las víctimas, en la calle Manzanilla, no salían de su asombro. "Era un hombre que no daba problemas, aunque no lo conocíamos bien, sólo de hola y adiós", decía una vecina que prefiere preservar el anonimato. La mujer de Francisco había presentado su denuncia ante la Policía Local por malos tratos el pasado 11 de agosto y el día 12 Juzgado número 2 de Osuna dictó una orden de alejamiento de su esposa, del domicilio de su hija -en el que residía su esposa- y también le prohibió que se comunicara con ella, según un portavoz de la Comandancia de la Guardia Civil de Sevilla.

Sin embargo, otra vecina de Manzanilla recordaba ayer que la Policía había estado recientemente en esa calle porque Francisco Lucena había incumplido la orden de alejamiento. "Rondaba por la casa y molestaba a su esposa y a su hija. Le veíamos en algunos bares del barrio por la tarde". Visitaba con frecuencia el bar Ancá Antonio, aunque su propietario asegura que sólo tomaba una copa o dos. "Eso sí, siempre iba solo", afirma. "El presunto homicida tenía permiso de armas, por lo que tras interponer la denuncia le retiraron dos escopetas de caza y cartuchos, y se abrió un expediente para la revocación del permiso de armas. La escopeta de cañones recortados con la que disparó era un arma ilegal cuya procedencia se está investigando", explicó el portavoz de la Guardia Civil.

La coordinadora provincial del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM), Ángeles García, anunció ayer que el IAM se personará como acusación en el juicio y recordó que Carmen Serrato estuvo el pasado día 22 en el centro de Osuna para tramitar su separación y "para nada transmitió que estuviera en riesgo su vida", informa EP.

Por su parte, la portavoz parlamentaria del PP en Andalucía, Esperanza Oña, aseguró ayer que hechos como éste ocurren "debido a la demostrada ineficacia de la Ley Nacional Contra la Violencia de Género del PSOE".