Un jefe paramilitar colombiano es acusado de matar a su hermano

El dirigente paramilitar colombiano Carlos Castaño, desaparecido hace más de dos años, pudo haber sido asesinado por orden de su hermano Vicente, según informó el jueves en Bogotá la Fiscalía General. Mario Iguarán, fiscal general, reveló al informativo del canal privado de televisión RCN que Carlos Castaño murió en un atentado fraguado por mandos de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), la organización que llegó a dirigir, a causa de diferencias internas.

Iguarán dijo que se basa en los testimonios de dos paramilitares que sobrevivieron al ataque. Los testigos fueron identificados sólo con los alias de El Tigre y La Vaca. Con las declaraciones de ambos, "la Fiscalía, en principio, puede deducir que Vicente Castaño ordenó a Jesús Ignacio Roldán, conocido como Mono Leche, asesinar a Carlos Castaño", dijo el fiscal general.

Se cree que El Tigre y La Vaca son los mismos hombres que resultaron heridos en el atentado contra Carlos Castaño, perpetrado el 16 de abril de 2004 en una hacienda de la zona rural de San Pedro de Urabá, a unos 1.000 kilómetros de Bogotá.

La desaparición del jefe paramilitar fue denunciada por su propia esposa, quien días después viajó a Estados Unidos, país que la acogió como refugiada junto a la hija de la pareja. Castaño había sido apartado del mando máximo de las AUC, que compartía con su hermano Vicente y con Salvatore Mancuso, ambos desmovilizados en virtud del proceso de paz del Gobierno con esa organización.

Carlos, Vicente y su hermano Fidel, que también está desaparecido, aportaron a las AUC el que en su día fue el mayor grupo paramilitar del país, las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá (ACCU), fundado por ellos en el noroeste del país.

Relación con el narcotráfico

Con la causa abierta por la Fiscalía han sido vinculados los paramilitares Hernán Velosa, Henry Rodríguez, Enrique Rodríguez, Miguel Ángel Serrano, Wilber Mercado, John Beltrán, Vicente Castaño y Jesús Ignacio Roldán.

Cinco de los acusados ya han sido capturados y tres de ellos han comparecido ante los responsables de la investigación, añadió el fiscal general. Según el canal de televisión, los mandos de las AUC discrepaban por la entrada de jefes de bandas del narcotráfico en la organización mediante la "compra" de bloques o frentes, a lo que Carlos Castaño se oponía, dijo el informativo.

Los tres hermanos Castaño, Mancuso y otros cinco jefes de las AUC han sido reclamados por Estados Unidos para que sean extraditados por cargos de narcotráfico. Pero el Gobierno de Uribe ha dejado en suspenso la entrega de estos paramilitares, como parte de los beneficios a los ultraderechistas que dejaron las armas en virtud del proceso de paz. El pasado abril se completó la fase de desarmes masivos, que llevó a la desmovilización de más de 31.000 paramilitares.