Un grupo ecologista denuncia que hay más de 18.000 pozos ilegales
Adena/WWF afirma que la extracción incontrolada daña la reserva de agua de la región
En Madrid hay más pozos ilegales que legales. En este año de sequía (los embalses están al 48,2% de su capacidad), los 18.600 pozos ilegales existentes extraerán hasta 70 hectómetros cúbicos de agua del acuífero terciario detrítico de la región, según la asociación Adena/WWF. Los ecologistas denuncian, además, que esta práctica está dañando las reservas de este enorme depósito de aguas subterráneas que se extiende desde la sierra del Guadarrama hasta su conjunción con los montes de Toledo. Sólo 4.400 pozos cuentan en la región con autorización del Ministerio de Medio Ambiente.
Por todo el territorio de la Comunidad se producen extracciones de agua del subsuelo sin autorización alguna, agua que proviene del acuífero terciario detrítico. Éste se encuentra a una media de 20 metros de profundidad. El Canal de Isabel II utiliza estas reservas en periodos de escasez extrema. Sus pozos de extracción se encuentran próximos al río Guadarrama y al tramo norte del Jarama.
El acuífero tiene unas dimensiones aproximadas de 130 kilómetros de longitud por 40 kilómetros de anchura. Para que el caudal se recupere, sus aguas subterráneas pueden extraerse únicamente uno de cada cuatro años. Pero, según la organización ecologista WWF/Adena, casi 19.000 pozos ilegales beben cada año del subsuelo madrileño sin control alguno. De ahí que el margen de explotación del principal acuífero de la región esté próximo a su límite.
Los pozos ilegales extraen unos 70 hectómetros cúbicos anuales, el 12% de los 600 hectómetros cúbicos de agua que cada año consumen los casi seis millones de madrileños.
Circuitos de reciclado
Este líquido, que ni se controla ni se paga, se pierde porque no vuelve a los circuitos para ser reciclado. Una irregularidad que se sigue produciendo, a pesar de que la región se encuentra en una situación hídrica delicada: los embalses cuentan con 456,2 millones de metros cúbicos de agua, es decir, están al 48,2% de su capacidad.
Desde principios de verano, los embalses han perdido 65 millones de metros cúbicos. Y en esta extrema escasez, el principal acuífero está casi por debajo del margen de extracción. Las últimas inspecciones de la Confederación Hidrográfica del Tajo han descubierto descensos en algunas zonas del acuífero.
En la Comunidad de Madrid existen, además, unos 4.400 pozos que sí cuentan con la concesión del Ministerio de Medio Ambiente, incluidos los del Canal de Isabel II. "La Comunidad se queda sin agua, y todo por falta de control, vigilancia y estudios del principal acuífero", afirmó ayer Santiago Martín Barajas, portavoz de la organización Ecologistas en Acción. Según él, la Comunidad no se esfuerza lo suficiente por impedir que las extracciones ilegales se produzcan. El acuífero, en palabras del portavoz ecologista, ha resultado no ser la panacea que se pensaba: el depósito de aguas subterráneas se está quedando sin reservas de agua, y todo por la extracción ilegal que se realiza a lo largo y ancho de la Comunidad de Madrid.
Las cifras hablan por sí mismas. La Confederación Hidrográfica del Tajo advirtió un importante descenso del agua en las capas freáticas hace un año y decidió hacer un mapa. Y se encontró con la desagradable sorpresa de que cerca de 19.000 pozos extraían agua ilegalmente. Además, se da la circunstancia de que los pozos ilegales están muy cerca de los que pertenecen al Gobierno regional, con lo que restan caudal a los medios de extracción del Ejecutivo.
Adena reclama además que se vigilen las zonas donde la extracción del agua es más patente. Entre las zonas que deberían ser objeto de vigilancia, según un estudio de la organización ecologista, se encuentran municipios como Majadahonda, Pozuelo, Boadilla del Monte y Villanueva de la Cañada. Estas zonas coinciden con el área de mayor descenso del acuífero. Otras zonas que, según los ecologistas, deberían ser controladas son el distrito de Fuencarral en el municipio de Madrid, San Sebastián de los Reyes, Móstoles, Alcorcón y Fuenlabrada.
Control en el acuífero
La Confederación Hidrográfica del Tajo decidió el pasado junio incrementar el control en los acuíferos para detectar más pozos ilegales. El presidente de la misma, José María Macías, ordenó actuar contra las extracciones ilegales ante la fuerte sequía que sufre la cuenca central de la Península. Se abrieron decenas de expedientes.
Entre 2003 y 2004 se efectuaron 150 controles de la calidad del agua en la región. Según los estudios, las reservas no están contaminadas ni con metales ni con productos fitosanitarios. Pero sí existen puntos contaminados con aceites y grasas, muy cerca de polígonos industriales y de zonas de explotación ganadera.
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