Culebrón contra la dictadura argentina
La telenovela 'Montecristo' recrea en clave de ficción la crueldad del régimen militar
Si bien se asemeja a la clásica historia de amor, traición y venganza creada por Alejandro Dumas, la telenovela Montecristo cautiva a la audiencia como el primer programa de ficción en hablar de la cruenta dictadura argentina. Protagonizado por Pablo Echarri, el culebrón se emite de lunes a jueves en Telefé, donde ha logrado el primer puesto en audiencia, con unos tres millones de televidentes.
Montecristo cuenta la historia de Santiago Díaz Herrera (Echarri), un joven abogado que hace 10 años fue víctima de una traición urdida por su mejor amigo, Marcos Lombardo, e instigada por el padre de éste. Pero la primera víctima fue un juez que investigaba los crímenes de la dictadura argentina (1976-1983) y que descubrió que Alberto actuó como médico en un centro clandestino de detención. Lombardo manda asesinar al juez y convence a su hijo para que haga lo propio con Santiago. El protagonista logra escapar de una prisión marroquí emulando al personaje de Dumas.
La trama incluye también a la hija de un matrimonio desaparecido por la dictadura y a su hermano, nacido en un centro de cautiverio. Los protagonistas acudirán a la sede de las Abuelas de la Plaza de Mayo y hurgarán en sus archivos buscando fotografías que puedan llevar a prisión a Lombardo.
Desde que se inició, el 25 de abril pasado, se han multiplicado las consultas de jóvenes que dudan de su origen a la asociación humanitaria, que hasta ahora ha devuelto su verdadera identidad a 83 hijos de desaparecidos apropiados. La telenovela ofrece un ángulo especial sobre la psicología de un torturador y su comportamiento en familia y respecto de las víctimas de la represión. Plantea también si éstas deben buscar venganza o esperar a que la justicia haga lo suyo o, tal vez, ambas cosas, en momentos en que se reabren decenas de casos contra ex militares y policías.
El formato ya ha sido vendido a Chile, México y Rusia, aunque el argumento será adaptado a cada país. Así, en México, la historia desvelará una siniestra trama de tráfico de niños.

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