Es Baluard expone en Palma el trazo pictórico de 23 escritores

Con buril, aguafuertes y cobre, el británico William Blake (1757-1827) construyó las imágenes visionarias de sus poemas y penetró en el nervio de La divina comedia de Dante o en la Biblia. Blake se formó como grabador y algunos frutos de su mano pictórica y su técnica se exhiben en Es Baluard de Palma junto a los óleos y papeles pintados, dibujados y grabados de otros 22 literatos que ejercieron también de creadores plásticos. La muestra La palabra pintada [expresión de Tom Wolfe]. Escritores-pintores reúne 150 obras.

Entre quienes alternaron el pincel y la pluma está el alemán nacionalizado suizo Hermann Hesse (1877-1962), que ilustró sus obras y vendió pinturas para ayudar a los prisioneros de la I Guerra Mundial y, en otro plano, el dramaturgo republicano Antonio Buero Vallejo (1916-2000), que dibujó a sus compañeros presos en las cárceles de Franco. Buero pasó encarcelado "seis años y medio con el lápiz en las manos", tras serle conmutada la pena de muerte.

Las creaciones visionarias de Henri Michaux alternan con los dibujos ingenuos y austeros de García Lorca, la plástica descriptiva de Pérez Galdós y Víctor Hugo, las alegorías de Alberti, los juegos de Cela y los sólidos dibujos de Jean Cocteau. Günter Grass (Gdansk, 1927), el único autor vivo representado, está presente con sus trabajadas tintas y estampaciones, entre el sarcasmo, la ilustración y el autorretrato.

Hay clásicos ligados a Mallorca: Santiago Rusiñol, un pintor que antes fue narrador y autor teatral costumbrista, y el archiduque austrohúngaro Luis Salvador, vasto compilador de la antropología insular y gran propietario. También se ha incluido al periodista y novelista Joan Bonet y se descubren las muy poco conocidas acuarelas de paisajes imaginarios de George Sand, creadora del mito de Mallorca para los viajeros.

Es Baluard, el Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Palma, exhibirá hasta el 24 de septiembre esta colección de arte, documentada con libros vinculados a las obras impresas. La muestra ha sido seleccionada con "vocación temática para dar identidad al centro" por su directora Marie-Claire Uberquoi y su marido, el periodista literario Rai Ferrer.