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Los obispos aprovecharán la visita del Papa para reiterar sus críticas al Gobierno

La Iglesia convoca a miles de personas en Valencia para el encuentro de familias

Miles de personas han sido convocadas por la Iglesia para tratar a partir de hoy en Valencia temas sobre transmisión de la fe, secularización o bioética. El gran encuentro que la Iglesia católica celebra cada tres años sobre las familias será en esta ocasión en España. No es casualidad. Los obispos aprovecharán el quinto encuentro mundial para insistir en su doctrina sobre la familia y en sus críticas a la legislación del Gobierno socialista. Los prelados esperan que el Papa, que pronunciará hasta seis discursos y clausurará las jornadas el día 9 con una misa masiva, se pronuncie sobre ello con severidad.

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La primera toma de contacto del encuentro será hoy, cuando se inaugure la Feria de las Familias. Esta actividad supone una novedad en las cuatro ediciones celebradas hasta el momento y se pretende crear un punto de encuentro de familias católicas de todo el mundo donde intercambiar experiencias. Cuenta con guardería, restaurantes y lugares de descanso. Se distribuye en tres áreas: una zona para niños, otra donde ONG, entidades y empresas ofrecerán información sobre su actividad relacionada con la familia, y una tercera para presentaciones y conferencias. Los impulsores del acontecimiento confían en que unas 300.000 personas acudan a pasar el día a los distintos recintos habilitados.

Entre el martes y el viernes, también en la Feria, se celebrará el Congreso Internacional Teológico Pastoral. En él se abordarán aspectos relacionados con la familia -bioética, secularización- con especial atención a la transmisión de la fe. En estas sesiones tomarán parte 29 cardenales llegados de China, Estados Unidos, India, Australia o Camerún, teólogos, así como expertos en educación, en pastoral y en medios de comunicación o representantes de la Iglesia ortodoxa.

Estos actos, junto con el rosario del viernes en la playa de la Malva-rosa y la jornada del sábado -a la que ya acudirá el Papa- y que consistirá en un intercambio de experiencias entre familias católicas, precederán a la misa masiva del domingo 9, que pondrá fin al encuentro y a la que los organizadores esperan convocar a cerca de 1,2 millones de fieles.

Tanto el Gobierno autonómico que preside Francisco Camps como el Ayuntamiento de Valencia, ambos en manos del PP, se han volcado en la celebración de los actos. La Generalitat destacó ayer que el contenido del encuentro es "de crucial importancia para el futuro de la humanidad". Repetidamente, las dos administraciones han insistido en que se destinará el dinero "que haga falta" para garantizar el éxito del acontecimiento. Ayer, la Generalitat indicó que no hay prevista ninguna modificación en los presupuestos para hacer frente al despliegue puesto en marcha con la visita. Y una vez más, eludió concretar el dinero gastado. Las optimistas previsiones de asistencia de los organizadores contrastan con las plazas que todavía quedan libres en hoteles del área metropolitana de Valencia. O con la actitud de la compañía Air Nostrum, que ha revisado el operativo especial previsto ante la escasez de reservas.

En la rueda de prensa que ofreció ayer el cardenal primado de Toledo, Antonio Cañizares sobre la organización del quinto encuentro aprovechó la oportunidad para resaltar que "España es el único país del mundo en que desaparece el matrimonio del Código Civil, eso es realmente lo grave". 4.000 periodistas de los cinco continentes están acreditados para cubrir los actos de este encuentro mundial y el primer viaje del Papa a España. La seguridad correrá a cargo de 4.400 policías nacionales, 2.104 guardias civiles y 1.400 agentes de policía local, a los que se sumarán 200 soldados desarmados.

Apretado programa

Son dos los días en que Benedicto XVI permanecerá en Valencia, con un apretado programa religioso (como jefe de la Iglesia de Roma), pero también político (como jefe del Estado de la Santa Sede). En esta última faceta se entrevistará con los Reyes de España y recibirá al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Se da por seguro que cuando el jefe del Ejecutivo español llegue a ese encuentro, el Papa ya habrá criticado varios aspectos de la política moral, familiar y social española.

Pese a todo, el cardenal Alfonso López Trujillo, colombiano y responsable en el Vaticano de esas políticas, adelantó ayer que la Iglesia católica no tiene interés "de herir a nadie", sino de preguntar a los parlamentos si las leyes actuales defienden el bien común o sólo los intereses de unos poco.

Un cartel da la bienvenida a España al Papa.
Un cartel da la bienvenida a España al Papa.CARLES FRANCESC

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