Rafael Gómez: "No he puesto ni un puto ladrillo en Marbella"

El empresario cordobés Rafael Gómez quiso el 8 de mayo desligarse de las informaciones que lo vinculaban a Juan Antonio Roca: "Rafael Gómez no ha puesto ni un puto ladrillo en Marbella", afirmó. Pero este constructor, apodado Sandokán, sí reconoció haberse encontrado con Roca. "Yo me he visto [con Roca] porque empecé una obra con licencias y me la pararon", dijo. Se refería a la promoción Elviria Sur de Marbella (393 viviendas). Tenía licencia, pero el suelo estaba calificado como zona deportiva privada. El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ordenó la paralización en marzo de 2005.

Sandokán nació hace 62 años en uno de los barrios más populares de Córdoba: Cañero. Poco se sabe de sus inicios. Sólo que, en los años setenta, abrió con dos socios un taller de joyería. Gómez compró luego la participación de sus compañeros. En 1996, se introdujo en el negocio del ladrillo y fundó Arenal 2000, que es el motor de su grupo de empresas. Comenzó con una promoción de 400 viviendas de VPO en Córdoba. En una entrevista en un periódico local en 2005 afirmó que disponía de "suelo para construir entre 16.000 y 18.000 viviendas".

El Tívoli y el hospital

Actualmente, sus promociones se concentran casi por completo en Andalucía, con un importante peso en la Costa del Sol donde, además de emprender promociones propias, también construye con Arenal Sur 21, una empresa que estaba participada por Cajasur. En 2000, diversificó sus negocios hacia la relojería con la firma Paul Versan. Luego, en 2004, compró el parque de atracciones Tívoli World de Benalmádena y, al año siguiente, abrió un lujoso hospital en el mismo municipio. Nunca ha difundido la facturación de su grupo de empresas, donde trabajan directamente 1.263 personas, según los datos facilitados por la compañía. También ha sido presidente del Córdoba C. F.

Desde hace más de un año, Gómez está en el centro de la polémica en Córdoba. El empresario decidió construir cuatro naves industriales de más de 40.000 metros cuadrados a las afueras. Pero lo hizo sin licencia. El Ayuntamiento de Córdoba, presidido por Rosa Aguilar (IU), decidió sancionar al constructor. Pero las obras no se pararon y, posteriormente, se aprobó un plan especial que daba cobertura legal a las naves y que ha sido recurrido en el TSJA por la Junta. El PSOE acusó entonces a IU de dar "un trato de favor" a Gómez. Se creó una comisión de investigación, que se cerró en abril sin que los tres partidos con representación en el Consistorio votaran unas conclusiones. Así que el PSOE siguió manteniendo que había un "trato de favor, privilegios y urbanismo a la carta"; IU, que la política urbanística era "limpia y transparente" y que "algunos expedientes han sido vistos por la fiscalía, que los ha archivado"; y el PP, que votó a favor del plan especial que legalizó las naves, sólo habló de "incapacidad política".