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Crisis en la industria aeroespacial

La autoridad bursátil registra la sede de EADS por las sospechas sobre Forgeard

Aumenta la presión para que el directivo francés deje la presidencia del grupo

Los agentes de la Autoridad de los Mercados Financieros de Francia (AMF) aumentaron ayer la presión sobre Noël Forgeard, copresidente del consorcio aeronáutico y de defensa europeo EADS, con un registro en la sede parisiense del grupo en busca de documentos que aclaren si éste, cuando vendió un paquete de opciones de acciones de la casa madre de Airbus el pasado mes de marzo, disponía de información sobre el retraso en las entregas del avión gigante A-380. El anuncio del aplazamiento, el pasado 14 de junio, provocó una caída de un 26% de los títulos de EADS.

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La situación en la cúpula directiva del grupo, sin embargo, seguía congelada por el enfrentamiento entre los socios alemanes y franceses de EADS, que controla el 80% del capital de Airbus. La continuidad de Forgeard parece descartada, pero los principales accionistas del grupo, el Estado francés y el grupo Lagardère, por un lado, y DaimlerChrysler por otro, no se ponen de acuerdo en cómo estructurar la cúpula directiva.

EADS nació en diciembre de 2000 de la unión de la francesa Aeroespatiale-Matra, la alemana Dasa y la española Construcciones Aeronáuticas. Salió a Bolsa y se estableció, de forma provisional, un Consejo de Administración con dos presidentes, uno alemán y otro francés, con el objetivo de dar tiempo para la creación de una cultura industrial y empresarial propia en el nuevo consorcio.

Hace un año, cuando se produjo el preceptivo cambio en el Consejo, se desarrolló una implacable batalla con mucho juego sucio -el caso Clearstream que afecta al Gobierno francés nace en esta trifulca-, que ganó, en el lado francés, Noël Forgeard, hasta entonces presidente de Airbus y que ya pretendía acabar con la bicefalia en la presidencia.

No fue posible entonces por las resistencias alemanas. Pero la crisis desatada por los repetidos retrasos en la entrega de los A-380, que puede costar a Airbus más de 2.500 millones de euros en los próximos cuatro años, más el error estratégico cometido con el diseño del avión de alcance medio A-350, que va perdiendo la batalla por ahora frente a su rival de Boeing B-787, todo ello concretado en el desplome en Bolsa de hace dos semanas, junto a la sospechosa venta de acciones de Forgeard, parece, finalmente, forzar una renovación de la directiva y el fin de la doble presidencia.

Rompecabezas

Pero encontrar las piezas de este rompecabezas está resultando más difícil de lo previsto. El pasado viernes, el ministro de Economía francés, Thierry Breton, anunciaba que había dado 72 horas a los socios de EADS para "arreglar la situación". Ayer, con el plazo ampliamente rebasado, preguntado en el Parlamento, Breton dio largas. Los "accionistas industriales", dijo (Lagardère y DaimlerChrysler), "están acabando de encontrar las soluciones", y a ellos corresponderá anunciarlo, añadió.

Breton obviaba que, en estos momentos, y tras la venta por parte de Lagardère y DaimlerChrysler de un 7,5% del capital de EADS, respectivamente, el Estado francés se ha convertido en uno de los principales accionistas del grupo, ya que controla un 15%, justo por detrás de la firma alemana, que tiene un 22,5%.

El diario económico francés Les Echos aseguraba ayer que el Gobierno de Dominique de Villepin es partidario de acabar con las dos copresidencias y, a cambio, reforzar la presidencia ejecutiva del grupo.

Según este diario económico, Louis Gallois, actual presidente de la SNCF, los ferrocarriles franceses, encabezaría el Consejo de Administración, mientras que la presidencia ejecutiva recaería en el alemán Thomas Enders, actual codirector ejecutivo. Thomas Bischoff, el actual copresidente, está dispuesto a abandonar el puesto, ya que se hará cargo de la dirección de DaimlerChrysler el año que viene.

Pero Arnaud Lagardère se opone a este esquema porque, según algunas fuentes, pretende ocupar él el puesto de Gallois, y DaimlerChrysler le secundaría. El problema es que el Estado francés no sólo contempla EADS desde el punto de vista empresarial, sino también desde el punto de vista político y, especialmente, laboral, en tanto que son decenas de miles los puestos de trabajo que proporciona el consorcio en Francia, y que -como ya ha sucedido recientemente- cualquier pérdida de empleos en el grupo daña irremisiblemente la imagen del Ejecutivo.

Investigación

Forgeard, mientras tanto, mantiene silencio. Ayer, EADS, tras el registro de su sede parisiense, emitió un comunicado señalando que "sigue cooperando plenamente con la AMF", cuya investigación se inició "hace varias semanas".

Hace 10 días, agentes de la AMF registraron despachos en la sede de Airbus en Toulouse. Forgeard niega haber dispuesto de información privilegiada cuando hizo la operación y asegura que sólo se enteró de los retrasos a finales de abril.

En el ejercicio correspondiente a 2005, EADS generó unos ingresos por valor de 34.200 millones de euros, con una plantilla total que superó los 113.000 empleados. En cuanto a sus actividades industriales, además de Airbus, primer fabricante mundial de aviones comerciales para más de 100 pasajeros, cuenta también con Eurocopter, el mayor proveedor de helicópteros del mundo, y con la empresa conjunta MBDA, líder internacional en la producción de misiles.

Asimismo, es el socio mayoritario del consorcio Eurofighter, fabricante del avión de combate europeo y contratista principal del lanzador Ariane; desarrolla el avión de transporte militar A-400M, que se montará en Sevilla, y es el socio industrial mayoritario para el sistema europeo de navegación por satélite Galileo.

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