Un sistema "poco saludable" para la investigación
Lo que se conoce como endogamia universitaria, un sistema poco transparente o abierto, se define en este estudio con una expresión eufemística: mercados internos de trabajo. Esto es, empleados que van promocionando en el mismo lugar durante años. "Esto está bien para las empresas pero no es un sistema saludable para la universidad, la investigación ni la ciencia, que deberían basarse en mercados abiertos y externos que permitan una transmisión de conocimientos y de capital humano", explica la directora del estudio, Laura Cruz Castro. "A la larga, esto no da buenos resultados", añade.
En España no hay, como en otros países, una ley que obligue a los individuos a promocionar fuera de las universidades donde se formaron. "No encajaría en la autonomía universitaria". Por otro lado, la formación de los doctorados respecto a sus directores de tesis se basa en "acuerdos implícitos respecto a sus expectativas de futuro, y eso no está mal, pero ocurre demasiado temprano en la vida académica del aspirante a una plaza", señala Cruz Castro. Eso, explica, "desincentiva la movilidad". Los candidatos saben que si se quedan haciendo cola (unos siete años de espera) acabarán con su plaza fija.
Tampoco hay, cita esta investigadora, una carrera universitaria estándar que premie la movilidad. Nada garantiza, si acaso al contrario, que los años en el extranjero sirvan para promocionar.
Por último, Cruz Castro cita otro freno para la excelencia: la financiación de las universidades, que reciben recursos por alumnos matriculados.
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