Virginie Ledoyen dice no encontrar "papeles interesantes" en Francia

Debe de ser por sus ancestros españoles, porque Virginie Ledoyen, una de las actrices del cine francés más famosas, se mostró ayer en Valencia muy crítica con la situación actual del cine galo y dispuesta a volver a trabajar en España tras filmar The Backwoods, la ópera prima de Koldo Serra, que se estrenará en los próximos meses en las salas. Ledoyen puso la nota de glamour a la inauguración de la 21ª edición de Cinema Jove, que arrancó anoche.

El abuelo de Ledoyen era de Bilbao y, del carácter español, le gustaría pensar que ha heredado "la cordialidad, la espontaneidad y la sencillez", según su propia confesión. De todo ello hizo gala ayer la actriz francesa a su llegada a Valencia para respaldar el ciclo que Cinema Jove dedica a una parte de su obra y que comprende nueve películas realizadas en los últimos 13 años.

Virginie Ledoyen (Aubervilliers, 1976) creció "con el cine". Su trayectoria profesional es uno de esos casos singulares en que una niña prodigio se convierte en una actriz con mayúsculas. La bella intérprete gala acumula, cuando no ha cumplido los 30 años, más de una treintena de filmes de los que se siente "orgullosa, pues en todos he podido desarrollar el personaje a mi gusto. Principalmente porque he tenido la suerte de poder elegir mis papeles".

Quizás por eso, Virginie se muestra muy crítica con el cine que se rueda ahora en su país. "La mayoría de las películas que se hacen en Francia están cortadas por el mismo patrón, y no encuentro papeles interesantes", afirma, antes de matizar que "en Francia hay muy buenos cineastas, pero desgraciadamente no pueden hacer películas". No como en 1995, cuando trabajó a las órdenes de Claude Chabrol en La ceremonia, una película que marcó "un antes y un después en mi carrera".

Una película improbable

De su extensa filmografía, Ledoyen rescata tres películas que recuerda con especial cariño. Jeanne y el chico formidable, de Olivier Ducastel, "una película muy improbable que es una pequeña comedia musical pero que aborda un tema tan duro como el sida". Otra, que la retrotrae a su época adolescente, es La fille seule, de Benoît Jacquot, "en la que aprendí muchísimo". Y la tercera, su trabajo más reciente, The Backwoods, de Koldo Serra, "una mezcla entre Perros de paja y Deliverance hecha por un director con mucho talento". No cita 8 mujeres, pese a ser la cinta que le permitió trabajar junto a otros monstruos del cine francés, probablemente porque "en esa película la estrella no era ninguna de nosotras, sino François Ozon, el director".

Pero si algo distingue a Ledoyen de la mayoría de las actrices de su generación es su versatilidad. Ha trabajado en comedias -"el género más difícil, porque hay que encontrar un ritmo"-, en dramas-"donde has de ser muy minuciosa y precisa con tu personaje"- o en filmes de corte fantástico -"en los que hay que recrear universos más contundentes"-. Y hasta ha cantado en la pantalla, una variante profesional que admite gustarle cuando "los personajes utilizan las canciones para explicar una faceta de su personalidad". Pero lo que nunca ha hecho, "ni haré, porque no me siento capacitada", es escribir o dirigir películas.

La radiante presencia de Virginie Ledoyen fue todo un lujo para la gala de apertura de Cinema Jove, en la que se estrenó la magnífica Brothers of the Head, un falso documental sobre la carrera musical de una pareja de siameses que viene a ser el resultado de un imposible cruce entre Pegado a ti, de los hermanos Farrelly, y 24 hours party people, de Michael Winterbottom.