José Luis Cuerda regresa a la dirección con una fábula sobre los sentimientos

Han pasado siete años desde su última película como director, La lengua de las mariposas, y José Luis Cuerda regresa a la dirección con una historia de fábulas y sentimientos, La educación de las hadas, protagonizada por el argentino Ricardo Darín, la francesa Irene Jacob y la extremeña Bebe, y basada en la novela del mismo título de Didier van Cauwelaert. "Los sentimientos son la causa de los mayores placeres pero también de los más grandes dolores", aseguró ayer Cuerda durante la presentación del filme, que se estrena el próximo 23 de junio.

Entre bosques, una masía aislada en Cataluña y una pajarera transparente, José Luis Cuerda (Albacete, 1947) ha situado la narración de su última película, La educación de las hadas. Con guión del propio Cuerda y del autor de la novela, Didier van Cauwelaert, el filme es una historia sobre "el subterráneo de los sentimientos", en palabras de su realizador. "Esos mundos subterráneos y de fantasía existen y también esa necesidad de encontrar los personajes de las hadas para salir adelante", aseguró ayer Cuerda, que presentó el filme junto a Irene Jacob, la cantante Bebe y el niño Víctor Valdivia.

La educación de las hadas narra la historia de Nicolás (Ricardo Darín), un creador de juguetes, que encuentra al amor de su vida, una ornitóloga (Irene Jacob) y su hijo (Víctor Valdivia) y se retira a vivir con ellos a una masía de sus antepasados. Todo es felicidad y placer, hasta el día en que la mujer, de forma inexplicable, decide abandonarle. Es entonces cuando Nicolás conoce a una cajera de un supermercado (Bebe) una chica argelina cuyo sueño es estudiar en La Sorbona.

El cineasta, productor de los primeros filmes de Alejandro Amenábar, vuelve al territorio de los sentimientos pero "con dignidad y sin caer en sentimentalismos ni en bajezas". Y lo hace, explica él mismo, "por honradez narrativa y también personal". Sin olvidar el mundo fantástico -"la vida es muy perra y todos necesitamos echar mano de algo que nos libere"- ni el más puro cartesianismo del que sigue haciendo gala el director -"sigo siendo esclavo del cartesianismo y de indagar en las consecuencias de cada una de las acciones que uno emprende"-.

Cuerda tuvo palabras de elogio para Irene Jacob -"gracias por dar a luz a tiempo para estar presente en mi película"- para Bebe -"por salirse de sus casillas musicales"- y a Valdivia -"simplemente por existir"-.

Irene Jacob, que debuta en el cine español con La educación de las hadas, no conocía una sola palabra del castellano antes de que le dieran a leer el guión. Delgada y atractiva, Jacob explicó ayer que lo más difícil de su papel era hacer entender al espectador las dudas y el comportamiento de su personaje. "Es una mujer que se encuentra en una situación muy dramática, que no la quiere contar, pero que al mismo tiempo es capaz de demostrar todo su calor, calidez y afecto".