El Gobierno tiene aún sin cerrar la mitad de sus compromisos en medio ambiente

El Gobierno ha concluido la mitad de sus planes o informes para la mejora del medio ambiente previstos para el periodo 2002-2006 y considera de "difícil" consecución el 14% de las actuaciones prácticas comprometidas hasta este año. El Ejecutivo hizo ayer un balance "claramente positivo" del plan ambiental quinquenal. La consejera Esther Larrañaga destacó que la situación del medio ambiente "ha mejorado" y citó como "puntos débiles" la contaminación del aire, la ocupación del suelo, la generación de residuos urbanos y la emisión de gases de efecto invernadero.

Como todos los años, el Ejecutivo celebró ayer su Consejo de Gobierno en la sede de la reserva de Urdaibai, en Gernika, con motivo de la celebración el pasado lunes del Día Mundial del Medio Ambiente y presentó el balance del ambicioso plan ambiental quinquenal que implantó hace cuatro años. El documento incluye un total de 223 compromisos concretos, entre planes y actuaciones, que se deben cumplir hasta 2020.

El informe anual de sostenibilidad fue valorado por la consejera de Medio Ambiente, Esther Larrañaga, quien lanzó un mensaje más optimista que sus antecesores en el cargo, Patxi Ormazabal y Sabin Intxaurraga, quienes siempre destacaban las luces y sombras de la marcha del proyecto. Larrañaga destacó que el plan ambiental, que debe ser revisado a finales de este año para elaborar el correspondiente al periodo 2007-2010, presenta un "balance general claramente positivo y esperanzador".

La titular de Medio Ambiente se refirió al "elevado nivel de eficacia" de la implantación de los compromisos y cifró los cumplidos en un 81%, porcentaje en el que sumó los que están todavía avanzados, pero sin cerrar, a los ya realizados. Si sólo se tienen en cuenta estos últimos, el cumplimiento se limita al 48,5%. Entre los programas realizados figuran la ley de Suelos Contaminados, el mapa de erosión de suelos, campañas anuales para disminuir el consumo de recursos, la puesta en marcha de las evaluaciones conjuntas de impacto ambiental o los acuerdos con sectores industriales para la prevención de la contaminación.

En cambio, todavía no se han iniciado -cuando el plan prevé su conclusión este mismo año- los estudios sobre exposición a campos electromagnéticos de muy baja frecuencia, los planes de gestión de las especies exóticas de vegetación y fauna, el plan sectorial de puertos o el acceso informático a todos los planes, propuestas y otros documentos gubernamentales con incidencia ambiental.

Actuaciones prácticas

Sobre las 44 actuaciones prácticas comprometidas hasta 2006 -lo que determina en definitiva la mejora en el medio ambiente-, se han conseguido los objetivos en el 52% de ellas, como la recuperación del 20% de suelos contaminados, la reducción de los desechos urbanos en vertederos, la inclusión en la Red Natura del 20% de la superficie total de la comunidad autónoma y el aumento de la superficie de ésta.

En cambio, considera difícil lograr lo fijado para este año en el 13% de estas actuaciones, como el cumplimiento de la calidad del aire exigida por la UE, estabilizar la generación de residuos peligrosos o que el 85% de las empresas sujetas a las directivas de contaminación tenga un certificado de gestión medioambiental. La consejera admitió la necesidad de una mayor coordinación institucional, pero aseguró que es un asunto "que está madurando". Agregó que no existe una política pública "que no contemple la variable ambiental".

Larrañaga citó como aspectos negativos la contaminación del aire, tanto ambiental como acústica, "y en particular la emisión de partículas asociadas al transporte por carretera"; la excesiva ocupación del suelo, la creciente generación de residuos y el "escaso control" de la emisión de gases de efecto invernadero que producen el cambio climático.

La consejera puntualizó que se está trabajando ya en la renovación del plan ambiental para el periodo 2007-2010, que priorizará la lucha contra el cambio climático, la protección de la biodiversidad del País Vasco, la mejora de la calidad ambiental de los núcleos urbanos y un consumo y producción "ambientalmente sostenibles".

Larrañaga afirmó que la Administración debe mostrarse solidaria en el mundo y conseguir una "excelencia en la gobernanza", basada en la transparencia, la participación ciudadana y la rendición de cuentas.

"El medio ambiente es absolutamente transversal", manifestó, por lo que instó a crear mecanismos "potentes" de coordinación para incluir la variante ambiental en todas las políticas. "Especialmente en energía, ciencia y tecnología, infraestructuras y transporte o promoción económica y competitividad empresarial", concluyó la consejera.