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65ª Feria del Libro de Madrid

Literatura, ciencia y música, bálsamos contra los guetos de la globalización

El pabellón Carmen Martín Gaite acoge la celebración del Día del Sur de Madrid

El pabellón Carmen Martín Gaite celebró ayer el Día del Sur de Madrid. Y por todo lo alto: un mimo bicolor y un payaso multicolor en monociclo invitaban a entrar a todo el que pasaba por allí. Dentro, palabras y también música. Los versos de Benedetti -El sur también existe, Defender la alegría- y una banda aprovechaban cada intervalo para devolver el tono festivo que, a menudo, hurtaban las palabras.

La celebración es una iniciativa del Instituto de Cultura del Sur (ICS), que apuesta por el desarrollo desde el sur con el mestizaje como seña de identidad. No en vano, el instituto agrupa a varios ayuntamientos del sur de Madrid -Fuenlabrada, Getafe, Leganés. Móstoles y Parla- y a la asociación cultural Club Enlace. Dentro de la campaña No gueto, ayer, el vicerrector de la Universidad Rey Juan Carlos, David Ortega; Cayetano López, catedrático de Física Teórica y ex rector de la Universidad Autónoma de Madrid; Javier Sádaba, catedrático de Ética de la misma universidad, y el escritor Fernando Sánchez Dragó citaron a las artes por excelencia de la 65ª edición de la feria, la ciencia -la invitada- y la literatura -la homenajeada-, para esbozar posibles soluciones.

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Ortega destacó la importancia y los peligros de la educación. "Se puede utilizar para el bien o para todo lo contrario".

La ciencia, explicó Cayetano López, es un instrumento que puede curar enfermedades; también eliminar los guetos. Pero el mayor impedimento sigue siendo "la imposibilidad de las sociedades de organizarse racionalmente".

Y el pensamiento racional es la base para la creación de una sociedad más justa, apuntó López. "Saber es poder; el que ignora está condenado a que lo engañen, exploten, confundan", concluyó.

El de las ciencias y las letras es un choque creador, comenzó Javier Sádaba. "Hemos hecho una separación tajante de letras y ciencia, nuestra cultura debería armonizar ambos campos". Y la lectura, añadió Sádaba, puede lograr que ciencias y letras se entiendan.

Quien no confía en las virtudes de la lectura es Fernando Sánchez Dragó. "No creo que la lectura nos vaya a salvar ni que sea una obligación", sentenció. Pesimista, considera que la lectura es una batalla perdida. "Lo que me preocupa es la lengua; antes que la escritura y la lectura está hablar, relacionarnos y entender". En buena medida, señaló el escritor, la culpable de esa "degeneración de la lengua" no es otra que la "perversa televisión".

De nuevo, la celebración tomó el relevo. El cantante Germán Copini, ex líder del grupo Golpes Bajos, interpretó unas canciones para -casi- poner el punto final de la mañana festiva.

La fiesta continuó por la tarde, y dio comienzo con El Gran Wyoming, moderador del café literario en el que participaron Lorenzo Silva, Vicente Molina Foix, Cristina Rota y Tacha Hierro. "El sur es la puerta de entrada a la cultura", resumió Hierro, nieta del poeta José Hierro.

Tras las palabras, de nuevo sonó la música: el rap de El Chojín y Graffiti Pastrón 7, el pop del dúo Cómplices y los cantos de otros países y culturas del Coro de Niños del Padre Soler.

El cantante Germán Copini, ex líder de Golpes Bajos, ayer, en un momento de su actuación.
El cantante Germán Copini, ex líder de Golpes Bajos, ayer, en un momento de su actuación.BERNARDO PÉREZ
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