Fraude mítico

Un informe de la Agencia Tributaria ha destapado la existencia de una trama empresarial que llegó a cobrar 10 millones de euros por obras nunca hechas, informes que nunca se elaboraron y material que no se llegó a entregar de Terra Mítica, el parque de ocio de Benidorm que Eduardo Zaplana, portavoz del PP en el Congreso, impulsó durante su etapa como presidente de la Generalitat valenciana. Hacienda también ha detectado un fraude fiscal por parte de las empresas vinculadas a la trama de 4,4 millones. Los hechos son investigados por un juzgado de Valencia por los presuntos delitos de fraude fiscal, falsificación de documento mercantil, alteración contable y estafa. Terra Mítica se encuentra en suspensión de pagos desde mayo de 2004.

El Gobierno y las cajas de ahorro valencianas, que controlan el 60% del capital del parque, no han considerado necesario actuar en defensa de los intereses públicos y privados. Las cajas han optado por mantenerse al margen y el Consell que preside Francisco Camps prefiere derivar sus responsabilidades hacia una supuesta conjura que pretende hundir la imagen del parque de Benidorm para beneficiar instalaciones similares en otras comunidades autónomas. Nada más incierto. La actual situación de Terra Mítica es el resultado de un proyecto sobredimensionado, improvisado y apresurado que se convirtió en realidad por la voluntad política de Zaplana, quien se obstinó en su puesta en marcha pese a la existencia de informes que cuestionaban la viabilidad del proyecto. El resultado de este empecinamiento fue un sobrecoste de 107 millones y un error superior al 50% en la previsión de visitantes.

La magnitud de los hechos exige de la Generalitat valenciana, de los mayores accionistas y del propio parque que abandonen la equidistancia en que se han situado respecto de la investigación de la Agencia Tributaria y apuesten con claridad por ayudar a la justicia a conocer dónde está el dinero público desaparecido. Ésta es la pregunta que deben contestar para evitar que el fraude cometido en Terra Mítica se sume al rosario de casos existentes en la Comunidad Valenciana, protagonizados por los alcaldes de Orihuela y Torrevieja, y el presidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra.