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Enemigo a bordo

El virus Norwalk ha encontrado en los grandes barcos un hábitat idóneo. Este agente infeccioso se refugia en los circuitos de agua y en las despensas (le gustan especialmente las almejas y ostras), desde donde aparece periódicamente. Sus efectos son leves (vómitos, náuseas y diarreas) y desaparecen a las 48 horas, pero se contagia de personas a persona con facilidad.

El Norwalk se convirtió en el virus de los cruceros en 2002, cuando tres barcos del Caribe registraron casos de manera consecutiva. Otro barco, el Aurora, acercó el virus a Gibraltar en 2003. Entonces el Ministerio de Sanidad prohibió bajar a todos los pasajeros -enfermos y no- del barco.

En España, el Norwalk aparece periódicamente. El año pasado intoxicó a 158 clientes de un restaurante de Santa Susanna (Barcelona). También fue la causa de 300 gastroenteritis en un colegio de Boadilla (Madrid). En 2004, 82 personas de una residencia de mayores de Arcos (Cádiz) enfermaron. El frágil estado de salud hizo que dos murieran.

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