Ibarretxe presenta a la defensora de la Mujer en un acto sin presencia del Ararteko

El lehendakari, Juan José Ibarretxe, presentó ayer en Vitoria a la titular de la Defensoría para la Igualdad de Hombres y Mujeres, Maite Erro, un cargo creado por la Ley de Igualdad, aprobada en 2005. Este cargo fue cuestionado por el conjunto de la oposición, incluso por los grupos que apoyaron la norma, al estimar que no debía depender de la Presidencia del Ejecutivo, sino del Ararteko. Nadie representó a esta institución en el acto, pese a estar así anunciado por Presidencia. El titular del Defensor del Pueblo vasco, Iñigo Lamarca, se reunía en Barcelona con su homólogo catalán mientras su adjunta, Julia Hernández, participaba en Tudela en unas jornadas, excusaron fuentes de la institución.

Erro, profesora de Psicología y vicerrectora de Alumnado de la UPV, resaltó los "preocupantes" datos que arroja la desigualdad en el ámbito laboral, tanto en términos de ocupación y contratación irregular como de diferencias salariales. El 90% de los 24.000 personas que trabajan sin contrato en Euskadi son mujeres, lo que las hace más vulnerables al empobrecimiento y la exclusión social.

La inclusión de la figura de una Defensoría de la Mujer en la Ley de Igualdad, aprobada en febrero del año pasado, resultó controvertida por el rechazo de toda la oposición a la creación de un nuevo órgano, con estructura propia y al margen del Ararteko. Dentro del propio Gobierno, aunque no se explicitó, el apoyo de EA y EB resultó menos entusiasta que el del PNV.

Tanto los socialistas y Batasuna, que votaron afirmativamente la ley, como el PP, que la rechazó, sostuvieron su oposición con argumentos semejantes y defendieron la opción de que se reformase la ley del Ararteko para dar cabida a defensorías sectoriales de ese tipo.

"La creación de este órgano, con una infraestructura, presupuesto y personal propio, fue uno de los motivos de nuestro voto negativo", dijo ayer a este periódico la popular Arantxa Quiroga. "En su día dijimos que no era la mejor fórmula. Ahora veremos qué hace, porque la Ley de Igualdad está sin desarrollar", añadió.

Los socialistas no consideraron ese aspecto tan determinante como para votar en contra el conjunto de la ley. "No era cuestión de votar en contra por eso, pero mantuvimos que la salida era crear divisiones de trabajo específico dentro del Ararteko, lo mismo para temas de igualdad que para los de los menores o cualquier otro", dice la socialista Gemma Zabaleta. Igual posición defendió Batasuna.

"No se solapan"

Zabaleta considera que el reparto de competencias no está claro, ni entre el Ararteko y la defensoría de la Mujer, ni entre ésta y el propio Instituto de la Mujer-Emakunde, del que depende directamente, pero en cuya estructura no se integra, al gozar de plena autonomía en el ejercicio de sus funciones. Emakunde se integra en la estructura de Presidencia.

La ley salió adelante finalmente con esta figura y la previsión de su nombramiento por el lehendakari a propuesta del consejo de Emakunde, que preside él mismo, ya que el tripartito tampoco quiso someter el nombramiento al Parlamento.

La ley prevé una duración de cinco años en el cargo y le encomienda investigar, emitir informes, formular recomendaciones, abrir vías de negociación y prestar asistencia ante la discriminación sexual.

Al acto de ayer asistieron la presidenta del Parlamento, Izaskun Bilbao, y los demás representantes del tripartito en la Mesa; el rector de la UPV, Juan Ignacio Pérez, y la directora de Emakunde, Izaskun Moyua.

No hubo ninguna representación del Arateko, cuyo titular, Iñigo Lamarca, se reunía en Barcelona con su homólogo catalán, Rafael Ribó, mientras que su adjunta, Julia Hernández, se hallaba en Tudela, según señalaron a EL PAÍS fuentes oficiales de la institución, que quisieron restar cualquier significación a su ausencia.

"No hay ninguna oposición a esta figura. Quiero una buena relación institucional con todos cuantos trabajan en el campo de los derechos humanos y ya he propuesto a Maite Erro una reunión para explicarle lo que nosotros hacemos y coordinarnos", dijo Lamarca desde Barcelona a este periódico. A su juicio, y al menos en el plano "formal", las funciones de ambas instituciones "no se solapan" puesto que la Defensoría de la Mujer está destinada a trabajar "en el campo de las relaciones entre particulares", lo que el Ararteko tiene prohibido, puntualizó.