"He pretendido radiografiar el mundo"

Tres países -Marruecos, Japón y México-, tres culturas muy diferentes y un grupo de seres humanos que expresan sus sentimientos y muestran en Babel el grave problema de incomunicación que existe en la sociedad en la que vivimos. El cineasta Alejandro González Iñárritu cierra con esta película la trilogía que inició con Amores perros, una radiografía de México y su sociedad, y que continuó con 21 gramos, una exploración del alma. "He tratado de demostrar que, a pesar de proceder de lugares diferentes y de hablar distintas lenguas, los problemas que tenemos unos y otros son los mismos. No sé si es o no demasiado osado decir que con Babel he pretendido radiografiar el mundo, un mundo en el que vemos al diferente como una amenaza o un peligro. Y el peligro está en no tratar de entendernos".

"La incomunicación entre padres e hijos es tremenda", afirma González Iñárritu. La película, la más lineal y cronológica que ha realizado hasta ahora el cineasta mexicano, está dedicada a sus hijos.

El director agradeció ayer que el Festival de Cannes haya seleccionado para la competición de este año cinco películas hispanoamericanas. "Me parece una demostración de sensibilidad hacia un mundo que tiene muchas historias y muchas cosas que contar".

El elenco de actores que ha participado en el filme, salvo Brad Pitt, que se encuentra en África esperando el nacimiento de su tercer hijo, se ha encontrado por primera vez en Cannes. Gael García Bernal conoció ayer a sus compañeros de reparto marroquíes y japoneses y expresó su extrañeza por ser partícipe de una situación tan especial. "Si Alejandro ha sido capaz de reunir a personas tan diferentes de una forma tan natural es que ha crecido mucho", indicó el actor.

El realizador habló de lo que para él es el sufrimiento. "Como seres humanos, nuestro concepto de felicidad, dependiendo del lugar del que procedas, puede ser distinto pero lo que nos hace sentir mal es igual para todos y es la imposibilidad de amar y de sentir. Lo más doloroso que puede vivir cualquier ser humano es comprobar la vulnerabilidad de las personas a las que amamos y nuestra incapacidad para ayudar en situaciones concretas". González Iñárritu alabó el trabajo de Cate Blanchet por ser capaz de demostrar "con perfección y con absoluta naturalidad la angustia y el pánico por la situación en la que se ve envuelta".

En Babel, hay una cierta crítica a la política de EE UU con los inmigrantes. "No es una cuestión de buenos y malos, pero uno no puede estar callado si ocurren cosas como las que están sucediendo en la frontera de Estados Unidos y no se puede dejar de criticar a las instituciones y a la policía", sentenció el director.