Barberá rectifica y paraliza las obras sobre una fosa de la guerra
La alcaldesa de Valencia da la orden tras el escándalo desatado por el traslado de huesos
La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá (PP), ordenó ayer la paralización de las obras de construcción de nichos sobre una fosa de la época de la Guerra Civil en el cementerio de Valencia. La decisión llegó tras el escándalo que provocó el traslado de huesos extraídos durante las obras y lanzados a una cantera del municipio de Sagunto. El proyecto ya fue parcialmente paralizado por una juez por afectar a otra fosa de víctimas republicanas.
El plan de construcción de nichos en la sección séptima derecha del Cementerio General de Valencia se ha convertido en una pesadilla para el Ayuntamiento de Valencia. La paralización de las obras que ayer ordenó la alcaldesa Rita Barberá estuvo motivada por el polémico traslado de restos óseos desde la parcela donde se realizaban las obras de construcción hasta una cantera situada en el municipio de Sagunto, a 25 kilómetros de Valencia.
Los hechos, que fueron denunciados por concejales de la oposición, se convirtieron en el detonante de una situación ya de por sí controvertida y que empezó cuando las máquinas se pusieron a trabajar en el terreno.
El juzgado ya había ordenado la paralización parcial de estas obras en los vecinos cuadros 3 y 4 de la sección séptima, en respuesta al recurso de la asociación Fòrum per la Memòria del País Valencia. Esta organización alegó que, según sus investigaciones, en esas dos parcelas se habían enterrado represaliados republicanos entre 1939 y 1940. Tras el auto, el PSPV-PSOE y Esquerra Unida, que habían apoyado la demanda del Fòrum, insistieron en que la paralización de estos dos cuadrantes no era suficiente y pidieron que se extendiera a las parcelas 1 y 2 debido a su convencimiento de que allí no se habían exhumado todos los restos enterrados.
El PP negó, en un principio, que quedaran restos y no quiso escuchar las demandas de la oposición. La posterior aparición de los huesos desmintió truculentamente la teoría de la alcaldesa.
Además de anunciar la paralización, Barberá pidió disculpas y dio órdenes al concejal de seguridad ciudadana, Miguel Domínguez, para que investigue la actuación de los técnicos y de la empresa que construye los nichos. La alcaldesa evitó hablar de responsabilidades políticas, que sí exigió la oposición.
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