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Entrevista:BARNETT RUBIN | Profesor de la Universidad de Nueva York (NYU) | Violencia en Afganistán

"A los afganos les aterroriza que se vayan las tropas extranjeras"

Ángeles Espinosa

"A la mayoría de los afganos les aterroriza la idea de que se vayan las tropas extranjeras de su país", asegura Barnett Rubin, uno de los más reputados expertos en Afganistán. Rubin, que fue asesor del representante especial de la ONU Lajdar Brahimi durante el proceso de Bonn y en la actualidad dirige el Centro de Cooperación Internacional de la Universidad de Nueva York (NYU), recuerda que Afganistán es uno de los cinco países más pobres del mundo, y que una de las causas de sus problemas es "la ausencia de una economía legal productiva". Rubin participó ayer en el seminario internacional España en Afganistán invitado por el Real Instituto Elcano.

Pregunta. Un día leemos que Afganistán ha elegido un nuevo Parlamento, o que su presidente ha remodelado el Gobierno, lo que transmite la impresión de un proceso político encauzado. Sin embargo, al día siguiente llegan noticias de ataques contra las fuerzas extranjeras o contra los cooperantes internacionales. ¿Qué significa? ¿Hay dos Afganistán?

"Uno de los puntos flacos de la misión internacional fue la existencia de dos mandos con cometidos diferentes y a veces contradictorios"
"La Administración, el ejército, la policía y el sistema judicial aún tienen poco efecto en algunas partes del país"

Respuesta. No sólo en Afganistán suceden varias cosas al mismo tiempo. Lo que pasa allí es tal vez más exagerado a causa de la debilidad del Estado. Hay un Gobierno que está empezando a funcionar a nivel político y líderes políticos procedentes de diferentes partes del país que discrepan sobre cómo debe conducirse ese Gobierno que todavía es muy débil. La Administración, el Ejército, la policía, el sistema judicial... aún tienen poco efecto en algunas partes del país, en especial en aquellas zonas próximas a la frontera con Pakistán, que está pendiente de determinar.

P. Entendemos que la debilidad del Gobierno hace necesaria la presencia de fuerzas extranjeras. ¿Qué aportan sobre el terreno?

R. No es sólo por la debilidad del Gobierno. Las tropas extranjeras tienen varias funciones. Lo primero fue destruir el Gobierno anterior de los talibanes y acabar con las bases de Al Qaeda en el país. Ahora, la coalición, en su tarea antiterrorista, intenta expulsar a los restos de Al Qaeda; y en su tarea antiinsurgente trata de reducir a los talibanes y otros grupos, y también de dar apoyo contra las acciones equiparables a la insurgencia de bandas criminales como los traficantes de droga. Luego está la función general de proveer seguridad, que es para lo que inicialmente se creó la ISAF, su papel era evitar luchas entre los diferentes grupos que fueron armados por la coalición para combatir a los talibanes. Finalmente, también tienen la misión de facilitar seguridad para hacer posible la presencia internacional.

P. ¿Es posible la unión de esas dos misiones, Libertad Duradera e ISAF, como parece pretender EE UU con su progresiva retirada?

R. Me parece muy importante que un mando único lidere ambas misiones, porque uno de los principales puntos flacos de la misión en Afganistán desde el principio fue la existencia de dos mandos militares con dos cometidos diferentes y a menudo contradictorios. Esa contradicción reflejaba la incoherencia de la política original de la Administración de Bush en Afganistán, que, en un principio, se basó en ataques de castigo y destrucción de los responsables del 11-S y del régimen que les albergaba. Sólo después, y de forma renuente, apoyó la estabilización y reconstrucción de Afganistán. Así, para ocupar el terreno liberado de los talibanes, tras la campaña de bombardeos, EE UU armó y financió a varias milicias. Su objetivo era dar más seguridad a sus soldados eliminando a grupos que podían oponerse a su presencia, pero al hacerlo también armó y financió a grupos que causan inseguridad a los afganos porque roban tierras y se pelean unos con otros. Además, los jefes militares sobre el terreno se han dado cuenta de que la operación es más contra la insurgencia que contra el terrorismo. Eso significa que la tarea militar se desperdicia si no hay un seguimiento político para consolidarla.

P. ¿Por qué deben estar los soldados españoles allí? ¿Ayuda su presencia a los afganos?

R. Su presencia puede ayudar en muchos sitios. No voy a decir que deben estar en Afganistán en vez de en Congo o Sudán. Es una cuestión del interés nacional de España cuál es el papel que quiere jugar en el escenario internacional.

P. ¿Lo perciben así los afganos?

R. A la mayoría de la gente les aterroriza la idea de que se vayan las tropas extranjeras. Temen que si se van. el país volverá a sumergirse en la guerra.

Barnett Rubin, durante un seminario sobre Afganistán en Madrid.
Barnett Rubin, durante un seminario sobre Afganistán en Madrid.L. H. ROBLES

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Sobre la firma

Ángeles Espinosa
Analista sobre asuntos del mundo árabe e islámico. Ex corresponsal en Dubái, Teherán, Bagdad, El Cairo y Beirut. Ha escrito 'El tiempo de las mujeres', 'El Reino del Desierto' y 'Días de Guerra'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense (Madrid) y Máster en Relaciones Internacionales por SAIS (Washington DC).

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