La Paz revisará los contratos de Abertis y AENA en aeropuertos

El Gobierno boliviano puso ayer en jaque a otras empresas españolas al anunciar que piensa revisar el contrato de Sabsa, la filial de Abertis y AENA que gestiona los tres principales aeropuertos bolivianos desde 1997, para comprobar si ha cumplido sus compromisos. El anuncio responde a una reivindicación sindical de la Administración Autónoma de Servicios Auxiliares a la Navegación Aérea (Aasana), que acusa a la concesionaria de incumplir el contrato y no ejecutar las inversiones comprometidas, y por ello reclaman revertir la concesión, que finaliza en 2022.

Abertis y AENA se hicieron con la gestión de los aeropuertos de El Alto (ciudad cercana a La Paz), Cochabamba y Santa Cruz al adquirir en 2005 el grupo británico TBI, del que depende Servicios de Aeropuertos Bolivianos Sociedad Anónima (Sabsa).

El director general de Aeronáutica Civil de Bolivia, Javier García, señaló que la revisión tiene como objetivo "ver si se ha cumplido el plan maestro que ha presentado y, en caso de que haya habido incumplimiento, se exigirá el resarcimiento o, llegado el caso, que hipotéticamente pudiera revertirse el control de los aeropuertos", informa la agencia Efe desde La Paz.

Abertis encajó con "sorpresa" la decisión del Ejecutivo de Evo Morales, dada la "total normalidad" con la que se desarrollaron los últimos contactos de la compañía con las autoridades bolivianas. No obstante, la compañía controlada por ACS y La Caixa rehuyó cualquier declaración respecto a la medida, ya que no ha recibido notificación oficial.

El negocio aeroportuario de Bolivia tiene, en cualquier caso, un peso muy limitado en las cuentas de Abertis: los tres aeródromos registran tres millones de pasajeros anuales, frente a los 9,1 millones del londinense de Lutton, que también gestiona. Además, la división aeroportuaria (Abertis Airports) representa el 8% del total de ingresos de la empresa.