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La juez mantiene la paralización de la obra de la fosa republicana del cementerio de Valencia

La magistrada resalta la "relevancia" de dignificar y recuperar la memoria histórica

Sara Velert

El Ayuntamiento de Valencia no podrá retomar de momento la construcción de nichos sobre la fosa común del cementerio en la que fueron sepultadas víctimas del franquismo. El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 2 confirmó ayer la paralización cautelar de las obras pedida por el Fòrum per la Memòria y resalta en el auto que "dignificar y recuperar la memoria" con la investigación de la fosa, y preservar el patrimonio histórico, "resultan intereses públicos relevantes". La juez ve indicios de que quedan restos en el lugar a pesar de las exhumaciones realizadas.

El auto ve necesario conocer la historia para afianzar el respeto y la democracia

La juez destaca en su auto la labor del Fòrum y sentencia que "es necesario conocer la experiencia histórica para asumir la historia y para afianzar el respeto, el pluralismo y la democracia". El objetivo de estudiar la fosa, que se truncaría si prosiguen ahora las obras, "resulta prevalente" frente a la pretensión municipal de construir nuevos nichos, dice la juez, que concluye que la paralización cautelar "no crea un grave e irreparable perjuicio" al interés público, por cuanto las obras "podrían reanudarse una vez llevadas a cabo las labores de investigación, exhumaciones y conmemoración en ese lugar" o proyectarse "en otros espacios". El auto indica que el Ayuntamiento no ha demostrado que esa fosa del cementerio sea el único lugar disponible para los nichos, y tampoco que no queden restos. Al contrario, "existen indicios razonables de la posible permanencia de restos humanos" a pesar de sucesivas exhumaciones, como ha quedado patente al aflorar huesos con el movimiento de tierras de la fosa.

"Dignificar y recuperar la memoria por medio de la investigación, identificación y posible exhumación de las víctimas, y preservar el patrimonio histórico material e inmaterial, resultan intereses públicos relevantes para el conocimiento de nuestra historia", subraya la juez en un auto que supone un duro varapalo a la postura del equipo de gobierno del PP. El auto también afea al Ayuntamiento su negativa a colocar en la fosa un monumento en memoria de los fallecidos al resaltar que "igualmente resulta un interés público relevante en un estado democrático" pasadas décadas de la guerra civil y "transcurridos más de 25 años de la reinstauración de la democracia, la identificación y el recuerdo por parte de las instituciones de los lugares donde pueden estar o haber estado enterradas las personas que fueron víctimas de la dictadura".

En línea con la argumentación de Mercé Teodoro, abogada del Fòrum, la juez recuerda que la legislación internacional exige un trato diferenciado a las sepulturas colectivas de víctimas de guerras o desaparecidos, y que el Consejo de Europa instó en marzo a España a localizar y abrir fosas comunes de la dictadura "y promover la memoria de estas". "La falta de respeto debido a la memoria de los muertos" la sanciona el Código Penal, explica la juez, que cita asimismo el derecho al honor de los fallecidos y las normas de patrimonio cultural. Tratados y leyes aplicables "para el conocimiento de personas y hechos históricos" que afectan "al interés público prevalente de la recuperación de la memoria y patrimonio histórico de una sociedad que defienda la dignidad, la igualdad y la justicia" de la Declaración de Derechos Humanos y la Constitución.

El gobierno del PP, dirigido por la alcaldesa, Rita Barberá, guardó silencio sobre la decisión judicial y anunció una comparecencia para hoy. El Ayuntamiento defendió ante la juez la reanudación de las obras y como mal menor aceptó pararlas en los cuadros tres y cuatro de la fosa de la sección séptima derecha, donde el Fòrum ha contabilizado miles de víctimas de la represión franquista. La Fiscalía apoyó la medida cautelar sobre las dos zonas.

La juez mantiene la paralización -hasta que resuelva la demanda- en esos cuadros de la fosa y suspende el acuerdo del pleno municipal de abril, con el que el PP rechazó la petición de socialistas y EU-L'Entesa de investigar toda la fosa. Fuentes municipales apuntaron que la interrupción de las obras, en virtud de aquel acuerdo, debería afectar a la fosa completa, pero la interpretación del auto del gobierno local quedó clara a media tarde, cuando las máquinas retomaron el trabajo en las áreas uno y dos, según observó el concejal socialista Matías Alonso.

"Ojalá el Ayuntamiento retire su intención de hacer los nichos", declaró la presidenta del Fòrum, Amparo Salvador, tras conocer el auto, que da al colectivo "esperanza" de culminar su investigación. El portavoz socialista, Rafael Rubio, mostró su "satisfacción" por la decisión de la juez, al igual que el portavoz de EU-L'Entesa, Antonio Montalbán, quien reiteró la petición de ambos partidos de preservar toda la fosa.

Una apisonadora, el pasado fin de semana, en la fosa común del cementerio de Valencia.
Una apisonadora, el pasado fin de semana, en la fosa común del cementerio de Valencia.SANTIAGO CARREGUÍ

Ejecuciones, fracturas craneales y hemorragias

El Fòrum per la Memòria del País Valencià investiga la represión franquista desde el final de la guerra civil hasta diciembre de 1945, la etapa más dura de la persecución del bando republicano. Con ese objetivo, la organización analizó las inscripciones referentes a cinco fosas comunes en el registro del Cementerio General de Valencia. La mayoría están cubiertas por nichos y panteones, salvo la sepultura colectiva de la sección séptima derecha y la quinta derecha, donde testigos de la época aseguran que fueron enterradas muchos fusilados sin identificar. Los datos sobre las causas de muerte de las víctimas revelan el drama de la posguerra. Pocos días después de la entrada de las tropas franquistas en Valencia, figuran en el registro de la fosa objeto de litigio con el Ayuntamiento cinco hombres ejecutados y varios niños, uno de ellos fallecido por hemorragia interna y otro por fractura de cráneo. Según la lista publicada ayer por El Temps y facilitada por el Fòrum, el 5 de abril de 1939 un total de 16 personas, de las que sólo se identifica a dos, acabaron en la fosa tras ser ejecutadas. El colapso cardiaco, la caquexia y de nuevo una fractura de la base del cráneo configuran la causa de muerte de otros fallecidos ese día y que para el Fòrum son igualmente víctimas de la represión cuyo trágico final se intentó disfrazar. Llamativas son también las causas de muerte enunciadas junto a fallecidos en distintos días de enero de 1940 en la cárcel Modelo: gastroenteritis aguda; simple "colapso", "síncope cardiaco"; hemorragia cerebral, asistolia (paro cardiaco). Figura también una niña de dos años muerta en la prisión de mujeres de infección intestinal. Procedentes de los hospitales acabaron en la fosa personas que habían sufrido hemorragias cerebrales o, frecuentemente, fracturas craneales. Fallecidos en el manicomio fueron llevados tras padecer bronquitis crónica, bronconeumonía en dos casos, o "parálisis general". Una larga lista teñida de dolor en la que el Fòrum atribuye a la represión, en esa fosa, unas 5.000 muertes. El Fòrum pretende hacer pública la lista de víctimas y preservar la fosa para el homenaje a las víctimas.

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Sobre la firma

Sara Velert
Redactora de Internacional. Trabaja en EL PAÍS desde 1993, donde ha pasado también por la sección de Última Hora y ha cubierto en Valencia la información municipal, de medio ambiente y tribunales. Es licenciada en Geografía e Historia y Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS, de cuya escuela ha sido profesora de redacción.

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