La cosecha de cereal se duplicará este año tras el bajón por la sequía

La cosecha de cereales de invierno, fundamentalmente trigo, cebada, avena y centeno, se elevará este año a más de 18 millones de toneladas, según los primeros datos provisionales manejados por el Ministerio de Agricultura. Esta cifra significaría duplicar la producción de cereales de la campaña actual, con sólo nueve millones de toneladas, y que fue la segunda más baja de las últimas décadas por la sequía.

Con la aplicación de la reforma de la Política Agrícola Común y el sistema de los pagos desligados de la producción en un 75% en los cereales, las superficies de cultivo se han mantenido prácticamente estables en relación con la campaña anterior. Sin embargo, las excelentes condiciones meteorológicas para los cereales hacen prever una gran cosecha.

En la mitad sur de la Península, la producción se halla ya prácticamente asegurada, aunque aún no se ha iniciado la recolección para ver los resultados reales. En la mitad norte, aunque el campo presenta un aspecto excelente, la cosecha aún depende en parte del comportamiento de tiempo en las próximas semanas.

Según las estimaciones de Agricultura, la producción de trigo sería de 7,01 millones de toneladas, frente a los 3,8 millones del año anterior. En cebada se espera una cosecha de 9,7 millones de toneladas, frente a los 4,45 millones de 2005. No hay previsiones en la producción de maíz.

La baja producción de la campaña anterior con sólo 13 millones de toneladas, incluido el maíz, se tradujo en los primeros meses en una fuerte subida de los precios en origen para el conjunto de los cereales, hasta unos niveles entre 0,14 y 0,15 euros por kilo. La paja se ha pagado hasta a 0,12 euros por kilo. Sin embargo, la realización de importaciones, en su mayor parte de los demás países comunitarios (especialmente del Reino Unido, Alemania y Francia), de unos 15 millones de toneladas, ha supuesto una fuerte reducción de las cotizaciones. La cebada ha bajado a menos de 0,12 euros, y los trigos, a 0,13 euros por kilo.

La existencia de cereal abundante en los puertos procedente de la importación, así como de cereal en manos de los productores nacionales, asegura que no habrá problemas para el empalme de campaña y que los precios se van a mantener en unos niveles discretos. La estabilidad en los mercados también se debe a la existencia de mucha hierba de pasto para el conjunto de la cabaña extensiva, lo que supone una reducción del consumo de cereales.