Panamá decide ampliar el canal para atender el aumento del comercio mundial
El ensanchamiento permitirá el paso de buques más grandes y triplicar el volumen de carga
Después de años de estudios y dos meses de consultas, el presidente panameño, Martín Torrijos, presentó anoche un proyecto para ampliar el Canal de Panamá, que ha generado gran controversia entre quienes lo consideran un salto hacia la modernización y aquellos que temen que sólo generará endeudamiento. Aunque el monto de la inversión ha sido el secreto mejor guardado, las estimaciones oscilan entre 4.000 y 6.500 millones de euros. Según la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) la obra se financiará con el flujo de caja que genere el canal, el aumento de los peajes y con créditos a corto plazo.
El presidente panameño, Martín Torrijos, defendió ayer el proyecto de ampliación del canal como "un momento trascendental, una encrucijada histórica y un desafío formidable". El gobernante pidió el apoyo de los trabajadores, la empresa privada y el Gobierno para una propuesta que, según sus palabras, no es de nadie en particular. "Este proyecto no es mío, ni del Gobierno, no es un proyecto de ningún partido político, ni de ningún grupo económico. Ni siquiera es de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP). Es un proyecto nacional", subrayó Torrijos.
Frente a quienes sostienen que la ampliación endeudará al país y causará daños irreparables, el presidente aseguró que el coste de la ampliación será compartido por los usuarios, con el aumento del peaje, y no con más impuestos. Se comprometió, asimismo, a que la construcción no implique el desplazamiento de poblaciones campesinas ni inundaciones que destruyan el medio ambiente.
Los últimos días fueron muy intensos en la agenda del mandatario panameño, que tuvo diversas reuniones con ex presidentes y líderes políticos, en una labor pedagógica para explicar los supuestos beneficios de la ampliación. Torrijos dio ayer el primer paso con la presentación pública del proyecto, después de haber sido acusado de falta de transparencia. La hora de la verdad vendrá dentro de los tres meses próximos, periodo en el cual el Gobierno convocará un referéndum para que los panameños se pronuncien. Según el presidente, será una decisión soberana guiada por el interés nacional. "Ésta es la primera vez que no hay fuerzas externas ni otros intereses anteponiéndose a los nuestros", afirmó.
Si los ciudadanos votan por el sí, la ampliación del canal tendría que estar concluida en ocho años. Durante el periodo de construcción se pueden generar unos 7.000 empleos directos y 40.000 indirectos, según cálculos del ex presidente Nicolás Ardito Barletta, quien ha elaborado diversos estudios sobre el impacto económico que tendrá la construcción de un tercer juego de esclusas. Los pronósticos más optimistas señalan que con los trabajos en la vía acuática, es posible que en los próximos 25 años el desempleo baje del 10% al 5%.
"Si no se afronta el desafío de ampliar el canal surgirán inevitablemente otras rutas que compitan con Panamá", indicó Torrijos. Señaló que el dilema actual es esperar a que en los próximos cuatro años el canal llegue al máximo nivel de capacidad o invertir para que pueda aumentar su capacidad y multiplicar sus ganancias.
La propuesta que detalló ayer el presidente Torrijos propone la construcción de un tercer carril en la ruta interoceánica, con tres nuevas esclusas o elevadores acuáticos, que serán un 40% más anchas y largas que las actuales. Ésta sería la parte más grande y más costosa. De realizarse sería la mayor obra de modificación de la zanja interoceánica que Estados Unidos terminó de construir entre los años 1904 y 1914, y que abrió las compuertas al comercio mundial al unir a través de 80 kilómetros los océanos Atlántico y Pacífico.
Los defensores de la ampliación argumentan que el canal opera a su capacidad máxima, y que las nuevas esclusas permitirían el paso de buques de nueva generación Post-Panamax, que pueden transportar hasta 10.000 contenedores, más del doble de lo que llevan los Panamax, los más grandes que cruzan actualmente por esta vía. Cada año cruzan el canal de Panamá unos 13.000 buques, que transportan el 5% del comercio que circula por el mundo. En 2005, el volumen de carga que pasó por el canal fue de 279 millones de toneladas. Con la ampliación, se llegará a los 600 millones de toneladas.
Quienes se oponen a la expansión del canal sostienen que la propuesta de la ACP implica muchos riesgos, por los eventuales cambios en los patrones del comercio, lo que podría desembocar en un grave endeudamiento de Panamá. Un sector de personalidades encabezado por Fernando Manfredo, primer administrador panameño que tuvo el canal, propone como alternativa la construcción de un megapuerto en el litoral del Pacífico, con una inversión que no superaría los 800 millones de dólares.
Una encuesta publicada por el diario Panamá América la víspera del anuncio del presidente Torrijos indica que el desempleo, la delincuencia y la corrupción preocupan más a los panameños que la ampliación del canal.
LA MAYOR REFORMA EN LA HISTORIA DE LA VÍA INTEROCEÁNICA
- El ensanchamiento del canal puede costar entre 4.000 y 6.500 millones de euros, aunque el monto de la inversión no se ha dado a conocer
- El proyecto ha generado una gran controversia en Panamá. Los detractores creen que la obra endeudará a un país con graves problemas de pobreza
- El Gobierno someterá la propuesta a un referéndum en los tres próximos meses
- El 68% de todas las mercancías que salen o llegan a los puertos estadounidenses pasan por el Canal. En el caso de China, el segundo cliente, la cifra es aún del 23%, pero en aumento sostenido
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