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Euskadi contará en 2007 con una nueva red para distribuir el 85% de su electricidad

Los ecologistas critican que la línea Penagos-Güeñes busca sólo el lucro de las empresas

Euskadi contará a principios de 2007 con una nueva red de distribución de energía, tras 20 años de proyectos para desarrollar esa línea de alta tensión. Discurrirá a lo largo de 74 kilómetros entre Penagos (Cantabria) y Güeñes (Vizcaya), con un coste de 26,5 millones de euros, que en el tramo vasco rondará los siete millones. Servirá para distribuir la energía electrica generada por las nuevas centrales de ciclo combinado del Puerto de Bilbao y la de Boroa, que suman el 85% de la potencia instalada en Euskadi. Los ecologistas critican que sólo se busca vender energía.

El proyecto de poner en marcha una línea de alta tensión entre Penagos y Güeñes se remonta a 1987, cuando lo anunció Red Eléctrica de España -el único operador que se encarga de transportar la energía que generan las empresas eléctricas hasta el punto de venta-. Quedó aparcado en los años 90 por el rechazo al trazado de colectivos vecinales, ecologistas e incluso el Gobierno vasco, ya que discurría por un parque natural en Carranza. El Ejecutivo llegó a aprobar una resolución en la que reclamaba al Ministerio de Industria que justificase la necesidad de una nueva línea de alta tensión e instaba a aprovechar las redes existentes.

En 1999, Red Eléctrica de España presentó un nuevo proyecto, que salvaba dicha zona y dejaba fuera del recorrido municipios como Zalla y Carranza, pero incluía otros como Muskiz o Galdames. Reducía las torretas previstas a 32, frente a las 150 anteriores.

Esta infraestructura recibió en mayo del pasado año la declaración de impacto positiva del Ministerio de Medio Ambiente, con una serie de medidas correctoras, como la imposibilidad de acometer obras en determinadas fechas de primavera y otoño para proteger el paso de aves migratorias. El proyecto ha superado la fase de exposición pública y sólo restá concluir el proyecto de ejecución, la autorización administrativa del Ministerio de Industria y la declaración de utilidad pública, trámites que se esperan resolver en los próximos meses, asegura Javier Treviño, delegado de Red Eléctrica en el País Vasco.

"Para finales de año o principios de 2007 el tramo vasco [de 16 kilómetros de longitud] estará ejecutado", agrega Treviño, quien sitúa en el próximo ejercicio o 2008 la fecha de conclusión de toda la línea hasta la localidad cántabra de Penagos.

Más capacidad

El responsable de la empresa de distribución de energía considera imprescindible la ejecución del proyecto para garantizar el suministro elérctrico. Ahora, la que se genera en las centrales del Puerto de Bilbao sale por la red que discurre por Zierbena y Santurtzi hasta la subestación de Güeñes, con una capacidad de tráfico de 1.200 megawatios. Sin embargo, las plantas existentes en el Puerto (Bahía de Bizkaia Energía, las de central ciclo combinado y térmicas de Iberdrola) suman 2.061 megawatios, el 62% de la capacidad existente en Euskadi, que es de 3.298 megawatios. Si a ellas se añade la central de Bizkaia Energía, en Boroa (Amorebieta), se alcanza el 85% del total vasco. "Es una restricción, porque no puede salir de todo. Y, además, si hubiera algún problema afectaría a más de la mitad de la energía instalada en Euskadi", precisa Treviño. Red Eléctrica también acometerá una modificación en la actual línea desde Zierbena a Güeñes para que, a través de Abanto, conecte con la nueva red.

El proyecto, además de la línea de alta tensión, incluye la mejora de la subestación de Güeñes y la construcción de dos nuevas en Santurtzi y Abanto. En total, toda la línea desde Penagos a Güeñes supondrá una inversión de 26,5 millones de euros, mientras que en el tramo vasco el coste rondará los siete millones.

Esta infraestructura ha generado, como ocurrió con el anterior trazado, una contestación social. Hace cuatro años se creó una coordinadora de ecologistas y vecinos, Galdames Bizirik, que recogió 700 firmas en contra entre los poco más de 800 vecinos de la zona. Su argumento es que la nueva red no es necesaria. "Antes se nos dijo que era necesaria para importar energía, pero, ahora que Euskadi se va a autoabastecer, no tiene sentido", afirma un portavoz de la coordinadora.

A su juicio, los objetivos son otros: "El problema no es que nos podamos quedar sin luz, sino que se hace para el beneficio de unas empresas que van a exportar energía". El miembro de la coordinadora cree que, para prevenir desabastecimientos, la solución sería ampliar la actual línea entre Zierbena y Güeñes. "No quieren tener carreteras secundarias, sino una autopista para mandar la energía donde quieran". Considera contraproducente el proyecto con la intención de Medio Ambiente "de que Galdames tenga algún tipo de protección por sus valores medioambientales". Galdames Bizirik, que el 28 de abril ha organizado una charla con vecinos y partidos para explicar la situación, dice que continuará con las protestas "hasta el fin".

Vista de la central térmica de Santurtzi, que se beneficiará de la nueva red eléctrica.
Vista de la central térmica de Santurtzi, que se beneficiará de la nueva red eléctrica.SANTOS CIRILO

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