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Zapatero y Merkel aseguran que la disputa sobre Endesa no dañará sus relaciones

Ambos líderes trabajarán en favor de la Constitución y la política energética europea

El presidente José Luis Rodríguez Zapatero y la canciller alemana, Angela Merkel, coincidieron ayer en asegurar que las tensiones generadas por la OPA de E.ON sobre Endesa no serán un obstáculo en sus relaciones. Merkel incluso negó la existencia de tales divergencias, y mencionó la necesidad de una política energética europea para aproximarse a Zapatero, que no se privó de insistir en "las peculiaridades" del caso español que sustentan su oposición a la OPA alemana. El desarrollo de dicha política y de la Constitución europea encauzarán la cooperación futura.

También el deseo común de llegar a una "solución razonable", según la canciller, de la crisis nuclear con Irán, "a través del esfuerzo político y diplomático", según Zapatero, delimita el campo de entendimiento definido al término de un primer encuentro oficial entre los dos líderes que se desarrolló según el guión: España y Alemania están felizmente condenadas a entenderse en cualquier coyuntura. Baste recordar que Gerhard Schröder invitaba a cenar en esta misma cancillería a José María Aznar en plena guerra de Irak, cuando apenas podía soportar su presencia.

Su sucesora repitió ayer el rito, atendiendo al deseo español de no esperar a la cumbre anual bilateral que, según se acordó ayer, se celebrará el próximo 12 de septiembre en Alemania, y empezó por dejar las cosas claras. "Las relaciones son muy buenas y muy amistosas", dijo, tras recordar que su país es el segundo socio comercial de España y el emisor de 10 millones anuales de turistas hacia la geografía española. "Tenemos gran interés en tener relaciones muy buenas, muy equilibradas, y así va a seguir siendo entre el Gobierno federal y el Gobierno socialista español", dijo. Y reiteró su total apoyo al proceso de paz tras el alto el fuego permanente de ETA.

Zapatero subrayó que "la palabra alemana es fundamental para España en el contexto europeo", y calificó a Alemania como "uno de los países más esenciales en la construcción europea" y que siempre se ha distinguido por "cooperar con España". Sin perder memoria de la estrecha relación del democristiano Helmut Kohl con Felipe González ni aspirar a resucitar el triángulo Berlín-París-Madrid que echó a andar hace dos años, porque no entra en los planes de Merkel ni tiene sentido en las actuales circunstancias, Zapatero situó el eje de la cooperación futura sobre "la voluntad constitucional europeísta" de ambos países, y afirmó: "Mi Gobierno va a trabajar intensamente con la canciller para aprovechar las oportunidades que tenga de recuperar ese proyecto".

"Vamos a abogar por que eso se consiga", confirmó Merkel, que presidirá la UE a partir de enero, sin tiempo previsible para cerrar el capítulo constitucional a partir de mayo, cuando la renovación de la presidencia de Francia desbloquee el problema.

La duda inmediata frente a estos planeamientos es si el desarrollo de la OPA de E.ON no va a ser un palo entre las ruedas de tanta voluntad política. La canciller negó que tenga divergencias con Zapatero en este tema, porque "todos los Estados miembros dijeron en el último Consejo Europeo que una política energética común tiene gran importancia". En su opinión, la compra de Endesa "basta considerarla con las normas vigentes y no tiene por qué causar problemas".

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Política energética europea

Zapatero reconoció, en cambio, que hay tensiones y las atribuyó a que todavía "hay mucho que hacer" para contar con una política energética europea. El Gobierno tiene, por ello, "algo que decir" en materia de OPA, aunque "siempre dentro de las reglas europeas". Pero todo esto "en absoluto va a afectar a las relaciones", insistió, y concluirá con "un resultado más positivo para los intereses compartidos en el sector energético" por España y Alemania.

Zapatero sorprendió en otro momento a su anfitriona con la afirmación de que "sólo España y Reino Unido tienen la energía totalmente privatizada". Merkel sostuvo durante la rueda de prensa que todas las empresas energéticas alemanas son ya totalmente privadas. La canciller y el presidente conversaron durante media hora completamente a solas, antes de reunir a sus colaboradores para la cena.

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y la canciller alemana, Angela Merkel, en Berlín.
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y la canciller alemana, Angela Merkel, en Berlín.REUTERS

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