Una disputa metro a metro
Es una pugna soterrada que libran sociedades inmobiliarias, grupos islamistas, despachos de abogados, jueces corruptos... "Y movimientos sionistas que se esconden tras la fachada de organizaciones internacionales", apunta Fayez Saqqa, político cristiano de Al Fatah residente en Belén. Se lucha por cada metro cuadrado y vivienda en venta en la ciudad amurallada de Jerusalén, sagrada para los tres credos monoteístas. "Se pagan cantidades enormes por casas en lamentables condiciones", asegura el franciscano Vítores. Mientras, la Iglesia greco-ortodoxa, para escándalo de sus fieles, ha enajenado al Gobierno israelí propiedades en esta porción de la Ciudad Santa.
No sucede sólo en Jerusalén. En Belén, punto de partida de una emigración que no cesa, la disputa por el territorio afecta a cristianos armenios, greco-ortodoxos y católicos con los fieles a Mahoma. "Sí existe cierta presión de la gente de Hebrón. Naturales de esa ciudad viven en los países del Golfo y compran propiedades en Belén, como lo hacen sociedades islamistas. La naturaleza de la ciudad puede cambiar a medio plazo", añade Saqqa. Muchos compradores de predios o viviendas son originarios de Hebrón. En torno a Belén se fundaron tres campos de refugiados procedentes de esta capital, Al Jalil en lengua árabe. "Jalili" es sinónimo de islamista radical. No es casual que Hamás copara los nueve escaños en juego en este distrito, el más poblado de Cisjordania.
El alcalde de Belén, Víctor Batarseh, tiene una versión diferente, que conduce, no obstante, al mismo resultado. "Lo que existe es una mafia formada por gente de la anterior Autoridad Nacional Palestina [ANP]".
"Hemos advertido a Hamás de que se producen robos de tierras a católicos emigrantes. Ocurre desde 1948. Pero a partir de 1967 el expolio creció. El Gobierno israelí nos ignora. Y la ANP prometió ayuda, pero no ha cumplido. Ésta es una de las causas de la huida de los cristianos", explica el franciscano Artaraz.
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