Una compleja catedral marina
La txalupa ballenera que están construyendo en el astillero tiene una historia muy curiosa. Xabier Agote la recuerda: "Se construyó en Pasaia en el siglo XVI, aquí mismo o muy cerca de Ontziola. Pero sus restos se descubrieron en la península de Labrador, en Canadá. En aquel tiempo, Pasaia, con San Juan de Luz, eran los puertos balleneros más importantes del mundo. Zarpaban miles de hombres para pasar varios meses en Canadá cazando ballenas y pescando bacalao. En concreto, esta txalupa cruzó el Atlántico a bordo de la nao ballenera San Juan".
En 1978, se descubrió esta embarcación en el fondo de la costa de Labrador; en Canadá. Comenzó entonces una investigación de arqueología marina en la que se invirtieron casi cinco millones de dólares y 14.000 horas de inmersión en un agua con temperaturas inferiores a los 3º. La nao San Juan se convirtió es el emblema del patrimonio subacuático de la Humanidad en la Unesco.
Y esa nao es el próximo proyecto de Xabier Agote. Lo explica mientras muestra una recreación pintada por otro compañero de Albaola en la que se muestra el buque en sección, con detalle; una nave que tenía tres pisos bajo cubierta y la complejidad que se puede imaginar para atender a una tripulación de un centenar de hombres durante meses. "La gente aprecia mucho la arquitectura de secano (iglesias, catedrales, caseríos, restos romanos) pero no hay interés por el patrimonio marino. Por eso, cuesta entender la magnitud del próximo proyecto. Yo lo comparo con lo que se está realizando en Vitoria, con la catedral de Santa María. Queremos que sea una obra abierta, que la gente disfrute con un proceso que además ofrecerá rentabilidad a toda la comarca".
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