ERC insta a empleados de la Generalitat a incribirse como simpatizantes del partido
Los socios de los republicanos en el Gobierno catalán exigen explicaciones inmediatas
La publicación de las cartas que la dirección de Esquerra Republicana de Catalunya envió a empleados de la Generalitat exigiéndoles el pago de cuotas al partido si querían mantener su trabajo abrió ayer un nuevo boquete en el tripartito catalán. Los socios de ERC en el Gobierno exigieron explicaciones inmediatas a la cúpula republicana antes de tomar medidas. Los republicanos, sin embargo, mantienen que la publicación de estas cartas se ha hecho con el objetivo de presionarles para lograr su "sí" al Estatuto. Sin embargo, Esquerra no se limitó a pedir dinero a los empleados no funcionarios de los departamentos que controla. También les instó por carta a inscribirse como simpatizantes del partido.
Las dos cartas que el secretario de organización de ERC y secretario general del primer consejero de la Generalitat, Xavier Vendrell, envió a los empleados de la Generalitat que se negaban a pagar un porcentaje de su sueldo a Esquerra Republicana fueron seguidas de otra misiva en la que la jefa de administración del partido republicano instaba a los destinatarios a registrarse como "amigos" de ERC.
Según explica la carta, (ver reproducción adjunta), registrarse como simpatizante del partido "no obliga a ninguna vinculación orgánica con Esquerra pero es la única manera por la cual podemos introducir tus datos en la base de datos de ERC sin incumplir la ley de protección de datos". Con esta acción, los trabajadores de la Generalitat que rellenan el formulario que se les adjunta quedan dados de alta como "cargos designados por ERC", aunque ya trabajaran en la Generalitat con anterioridad a la llegada del tripartito al Gobierno.
Las cartas fueron enviadas en enero y estaban firmadas por Núria Cid, jefa de administración de Esquerra y hermana de la consejera catalana de Educación, la republicana Marta Cid. En declaraciones a este periódico el secretario de organización de Esquerra, Xavier Vendrell, justificó el envío de estas misivas asegurando que "ésta es la única forma de que el partido pueda ponerse en contacto con estas personas sin vulnerar la ley de protección de datos".
El primer consejero del Gobierno catalán, el republicano Josep Bargalló, aseguró ayer tras la publicación de estas cartas está la voluntad de presionar a ERC para que se sume al pacto del Estatuto catalán. "Si alguien cree que acosando y calumniando a ERC la atemorizará y que Esquerra, desde el temor, cambiará sus posturas, se equivoca", sentenció.
Bargalló admitió el envío de cartas del partido a determinados trabajadores de los departamentos de Esquerra en la Generalitat, pero se desmarcó de esta acción asegurando que las cartas las envía ERC "desde unos órganos a los que yo no pertenezco". Lo que sí aseguró es que la Generalitat no ha despedido a ningún empleado por negarse a pagar las cuotas a Esquerra Republicana. "Todas las personas que debían pagarla lo han hecho", afirmó.
Además, aseguró que el pago de cuotas "no afecta al personal laboral que ya trabajaba en la administración en el anterior Gobierno si no tiene un cargo de confianza en el actual".
Los socios de Esquerra en el Gobierno catalán asistieron ayer con pesadumbre al nuevo escándalo que puede acabar afectando al Ejecutivo. El primer secretario del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC), José Montilla, trató de salvaguardar al Gobierno de la nueva polémica y restringirlo a un problema interno de los republicanos. "Es Esquerra quien debe dar explicaciones, no nosotros ni el Gobierno", aseguró. Con todo, invitó a los afectados por las cartas remitidas por ERC a acudir a los tribunales si lo consideran conveniente.
El presidente de Iniciativa, Joan Saura, fue más contundente y cuestionó la permanencia de Vendrell como secretario general del primer consejero. "No se puede estar en el Gobierno y firmar una carta en estos términos", afirmó antes de añadir: "No sé si hay alguna incompatibilidad, pero no me parece correcto". Saura se mostró "muy preocupado" por este asunto y afirmó que espera las explicaciones de sus socios de Gobierno. El secretario general de ERC, Joan Puigcercós, en cambio, avaló las tesis de Bargalló asegurando estar "muy orgulloso de ser un partido que no se nutre de operaciones urbanísticas sino del esfuerzo de nuestra gente".
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