Los Veinticinco vinculan la seguridad energética a la política exterior europea

Los líderes de los 25 Estados miembros de la UE plantearon ayer la necesidad de incluir la seguridad energética en la política exterior europea. La iniciativa fue planteada por los tres países del Benelux (Bélgica, Holanda y Luxemburgo), en un documento que fue discutido por los jefes de Estado y de Gobierno. Aunque las conclusiones precisas no se conocerán hasta hoy, Wolfgang Schüssel, canciller de Austria, que ostenta la presidencia de turno, manifestó que la discusión había sido muy intensa y "se habían trazado las líneas estratégicas de la política energética para los próximos 10 años".

El escrito del Benelux, que ha sido uno de los documentos de trabajo, además del Libro Verde, elaborado por el comisario Andris Piebalgs, y el borrador de conclusiones de la presidencia, señala que "la seguridad energética necesita ser subrayada más enfáticamente, por ejemplo, en el desarrollo de la política de vecindad". Advierte también que "debe reforzarse la seguridad de las rutas de transporte para prevenir ataques terroristas o interrupciones por motivos políticos de los suministros".

Tanto Schüssel como el presidente de la Comisión, José Manuel Durão Barroso, indicaron el papel más relevante que adquirirá el alto representante de Política Exterior y Seguridad Común, Javier Solana, en la gestión de la materia energética. La propuesta de la Comisión de crear un regulador de energía común contaba ayer todavía con importantes reticencias de muchos Estados miembros, que preferían intensificar la coordinación y las relaciones entre los organismos nacionales existentes.

Consciente de estas dificultades, Schüssel encomendó a la canciller alemana, Ángela Merkel, la introducción del debate sobre la energía. La circunstancia de que Alemania, la mayor economía europea, esté gobernada por una amplia coalición de conservadores y socialdemócratas, facilitaba más las posibilidades de consenso.

Austria quiere evitar a toda costa que la cumbre se convierta en un escenario que incremente las tensiones entre los llamados países proteccionistas y los liberales en función de la posición que han adoptado tras las últimas OPA transfronterizas, más que por el desarrollo de su propia legislación.

Antes de la reunión, la canciller alemana ya anticipó sus ideas sobre el futuro modelo energético en una reunión con dirigentes del Partido Popular Europeo. Merkel se mostró partidaria de crear grandes campeones europeos de la energía y manifestó que en esta materia "no se puede pensar sólo en términos nacionales". La canciller alemana señaló además los serios retos del mercado energético. En su opinión, "el mercado interior no puede funcionar si la electricidad no puede circular libremente y sino se piensa en grandes empresas europeas y se deja de pensar en términos nacionales".

En la reunión, el presidente francés, Jacques Chirac, blanco de las acusaciones proteccionistas, criticó "los enfoques puramente financieros" y defendió la necesidad de crear "mercados de energía más sólidos y más abiertos".

Las manifestaciones de Merkel no son ajenas a la OPA lanzada por el gigante energético alemán E.ON sobre la principal empresa eléctrica Española. La decisión del Gobierno de proteger a Endesa mediante un decreto ley que aumenta las competencias de la Comisión Nacional de la Energía, para que tenga facultades para autorizar la operación ha causado malestar a las autoridades de Bruselas, que ya han pedido explicaciones a España. Este conflicto ha alineado a España con Francia, el país más identificado con las tesis nacionalistas y proteccionistas.

El presidente del Parlamento Europeo, Josep Borrell, expuso ayer claramente las contradicciones en el mercado de la energía. Borrell manifestó que "el Parlamento da una importancia primordial a la consecución del mercado interior así como a la libre circulación de capitales, bienes, personas y servicios". Para Borrell, "hay que hacer de la energía un elemento esencial de la política exterior de la Unión".