Educación pide que el Ejército se retire del Salón de la Enseñanza

El Departamento de Educación, que dirige la republicana Marta Cid, ha solicitado a la Fira de Barcelona que retire el puesto del Ejército del Salón de la Enseñanza, que se abrió ayer. De hecho, Educación ya realizó la misma solicitud el pasado año, pero la organización del salón hizo caso omiso a sus quejas. El Salón de la Enseñanza tiene como misión facilitar información sobre carreras y ciclos formativos a estudiantes, profesores y padres.

Un portavoz de Educación dijo que la presencia de "un estamento militar en un acto educativo" cuenta con la "opinión desfavorable de muchos ciudadanos". Por ello, el departamento exigió ayer a la Fira de Barcelona, organizadora del Salón de la Enseñanza, que retire el puesto. También la solicitaron una decena de activistas de las juventudes de Esquerra Republicana que ayer por la mañana protestaron en Montjuïc.

El Salón de la Enseñanza abrió ayer sus puertas, y las cerrará el domingo al mediodía. En total, espera recibir unos 70.000 visitantes. Durante todos estos días, el grupo de orientadores del Departamento de Educación no parará de recibir consultas. Su ritmo de trabajo fue, ayer, frenético. "Hay muchísima información sobre estudios y carreras, pero para los jóvenes no siempre es fácil procesarla", asegura Ester Castejón, técnica del Departamento de Educación. "Muchos estudiantes se toman muy a pecho la toma de decisiones, ya que creen que sufrirán las consecuencias de un error durante toda la vida", comenta Maite Agorrea, profesora de un instituto de Viladecans.

Algunos estudiantes ya tienen clara su opción. "Estudiaré bachillerato porque se tienen más salidas", dice Cristina Lozán, estudiante de cuarto de ESO. Pero lo que ya no tiene tan claro es qué hará después: "Periodismo, estética, teatro, maquillaje" son algunas de sus opciones.

La toma de decisiones no sólo trae de cabeza a los alumnos, también a los padres y a los profesores. Precisamente, la misión de los docentes, sobre todo la de los tutores, es la de asesorar, y el salón es una cita anual para ponerse al día. "Tener información sobre carreras, ciclos formativos u otras opciones es fundamental para nuestro trabajo", explican Esther Prats i Dolors Torras, profesoras de un instituto de Santa Eulàlia de Ronçana (Vallès Oriental). Ambas, junto a sus alumnos, estuvieron ayer en el salón.

Poco interés por Bolonia

Quienes tampoco paran de trabajar son los informadores de los más de 170 puestos que hay en el Salón de la Enseñanza. Los puestos de las 12 universidades catalanas reparten mil y un folletos, y también responden las consultas de los estudiantes. "Muchos preguntan por las notas de corte, sobre todo por la de medicina, que es muy alta", cuenta Eulàlia Solé, informadora de la Universidad de Lleida.

En cambio, muy pocos alumnos se han interesado por los cambios que significará la entrada en vigor de la declaración de Bolonia, que consolidará el llamado Espacio Europeo de Educación Superior. Todo ello significará cambios en los planes de estudio de todas las carreras. "Sólo una chica ha preguntado por Bolonia durante la mañana", comenta un informador de la Universidad de Barcelona.

Las carreras que despiertan más curiosidad entre los alumnos son las consolidadas, como medicina, veterinaria, administración y dirección de empresas o empresariales. "Los estudiantes son muy clásicos", explica Dolors Torras, tutora de bachillerato científico. "La explosión de las carreras relacionadas con las nuevas tecnologías ha finalizado", puntualiza.

Además del Salón de la Enseñanza, en la Fira de Barcelona también se celebra otro centrado en la formación posuniversitaria: masters, posgrados y especializaciones. También hay otro salón sobre materiales didácticos y el Foro del Trabajo, donde los jóvenes podrán entregar su currículo a diferentes empresas e informarse sobre el mercado laboral y los procesos de selección de personal.