Guipúzcoa contacta con otras provincias para llevar sus basuras tras el cierre del vertedero

La Diputación de Guipúzcoa está tratando de encontrar una solución al problema que se suscitará a finales de este año, fecha prevista para el cierre del vertedero de San Marcos. La institución foral mantiene contactos con provincias limítrofes para lograr que parte de las basuras que se generan en la comarca de San Sebastián (142.000 toneladas anuales) puedan depositarse en estos lugares durante el periodo de, al menos, cinco años que transcurrirán desde el cierre del citado basurero hasta la puesta en funcionamiento de la incineradora prevista en San Sebastián.

Si la vida útil del mayor vertedero de Guipúzcoa, ubicado entre Rentería y San Sebastián, caduca a fines de este año, ¿dónde se depositarán a partir de entonces las 97.000 toneladas de residuos que anualmente recibe este basurero? La Diputación se inclina por repartirla entre el resto de los vertederos de la provincia y en otras infraestructuras de provincias limítrofes. El diputado de Desarrollo Sostenible, Luis María Oyarbide, apeló ayer a la "solidaridad" del resto de las mancomunidades con el fin de que acepten utilizar sus vertederos. En estos momentos, además del de San Marcos, se hallan operativos los de Sasieta (Beasain), Urteta (Zarautz) y Lapatx (Azpeitia).

Otra parte de las basuras, aseguró Oyarbide, podría trasladarse a las provincias vecinas, con las que ya se han mantenido contactos, aunque el diputado declinó citar con cuáles de ellas (Navarra, Vizcaya o Álava) se han mantenido conversaciones. Eso sí, rechazó la posibilidad de enviar los residuos a la incineradora bilbaína de Zabalgarbi, puesto que se encuentra "a pleno rendimiento".

Guipúzcoa deberá encontrar una solución transitoria al problema de las basuras durante un periodo de cinco años, plaza mínimo estimado para poner en marcha su incineradora. Oyarbide afirmó que el tratamiento de los residuos requiere una "solución integral" y que la institución foral está dispuesta a mediar y colaborar con todos los organismos implicados, aunque advirtió de que los ciudadanos también van a tener que realizar "esfuerzos suplementarios", como intentar producir menos basura.

Reducción de residuos

En este sentido, la entidad foral presentó ayer una serie de iniciativas que impulsará hasta el próximo verano con el fin de ir reduciendo paulatinamente la generación de residuos domiciliarios. En el ámbito de San Sebastián, cada habitante produce 1,28 kilos de basura diarios. Con esa finalidad, hoy inaugura en el centro cultural Bastero, en Andoain, la exposición Basurama, que en el próximo 5 de mayo se trasladará al Kursaal donostiarra; organizará la Semana de la Prevención del 3 al 7 de abril y lanzará un programa de sensibilización denominado Apúntate a la prevención.

La Fundación Emaús analizará a partir de la próxima semana 100 bolsas de basura que recogerá aleatoriamente en varios barrios de San Sebastián para conocer el grado de implicación de los ciudadanos en las políticas de reciclaje, informa Yolanda Montero.

Durante esta campaña, denominada Basuroscopio, dos monitores abrirán las bolsas de basura y analizarán su contenido con la colaboración de los ciudadanos que lo deseen, aseguró ayer el presidente de la fundación, Javier Pradini. El objetivo es concienciar a la población en la necesidad de generar menos basura. Al respecto, el alcalde donostiarra, Odón Elorza, aseguró que San Sebastián, está entre las ciudades que más reciclan, con una tasa del 34%.