Sagi traslada en Tokio 'La forza del destino' a la Guerra Civil
El director de escena propone una visión cruda de la ópera de Verdi
Una fuerza de choque, una visión entre fatalista y desatadamente romántica, es la que Verdi vio en Don Álvaro o la fuerza del sino para crear su ópera La forza del destino, uno de sus mejores títulos. Esa España que no encaja, la traslada estos días Emilio Sagi a la Guerra Civil en el montaje que estrena esta semana en el New National Theater de Tokio, y se alegra. "En esa situación de enfrentamiento total se ve todo mucho más claro", dice.
No ha sido el primer experimento de ese estilo probado con La forza del destino. Ya lo hizo Giancarlo del Monaco una vez. La ópera, como el drama del Duque de Rivas, recoge el desprecio de las clases dominantes a los nuevos aires, sobre todo si sospechan que pueden poner en peligro los cotos y los órdenes establecidos: "Es un drama filosófico en el que se trata la libertad y la determinación del ser humano, pero también en el que hay un rechazo al protagonista, que viene de un mundo lejano y con otras visiones, a hacerse camino en una sociedad cerrada", asegura Sagi.
El director de escena nunca había puesto en pie esta obra pese a conocerla perfectamente. "Había estudiado mucho el texto en la facultad y la ópera la he visto miles de veces", afirma. Quizá tenía miedo, respeto, más bien, a algo cuyos peligros no estaba seguro de poder esquivar. "En la época en la que está escrita, el siglo XIX, hay cosas que quedan confusas", cree Sagi. Pero ha descubierto la solución trasladando la acción a la Guerra Civil. "Se entiende mucho mejor en ese entorno, aunque también se podía haber probado en el de las guerras napoleónicas".
Cualquiera de las dos puede servir para acentuar el abismo y la desolación romántica que conlleva La forza del destino, una de las cuatro óperas de inspiración española creadas por Verdi, además de Ernani, Don Carlo e Il trovatore. Aparte, en ese ambiente se remarcan algunos aspectos importantes del protagonista, que, según Sagi, "es un antihéroe mestizo, alguien que cree en la pureza".
El director de escena asturiano ha concebido un color rojo predominante en su nueva creación y una caja que va disminuyendo conforme aumenta la violencia, y todo va a peor en esa visión de España con dos imanes que se repelen constantemente. En el reparto destacan el tenor Robert Dean Smith, la soprano Anna Shafajinskaia y otros cantantes como Christopher Robertson y Jiri Korhonen, que ha actuado este año en el Teatro Real en Desde la casa de los muertos, de Janacek.
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