Las catalanas figuran entre las más emprendedoras de la UE

Si existe una buena forma de emanciparse y, al tiempo, de conciliar la vida laboral y la privada es crear una empresa. Al menos así deben de creerlo muchas mujeres en Cataluña. Las catalanas son las mujeres más emprendedoras no sólo de toda España, sino de toda Europa, únicamente por detrás de las irlandesas, según los datos correspondientes a 2005 del Observatorio de la Actividad Emprendedora o Proyecto GEM.

El perfil dominante de la emprendedora catalana es el de una mujer de unos 40 años de edad, con estudios superiores y que dedica todo su tiempo laboral a su propio proyecto empresarial. Buena parte de las empresas establecidas por las catalanas tienen que ver con las manufacturas y generan hasta cinco empleos.

Si las emprendedoras catalanas presentan una característica particularmente acusada en comparación con los hombres, es la motivación para lanzarse a la aventura: no es por necesidad ni por voluntad de aumentar los ingresos. El objetivo es asegurar su independiencia económica. Si, en el caso de los hombres, esta búsqueda de independencia explica la mitad de los motivos por los que éstos se han lanzado a crear una empresa, en el caso de las mujeres la proporción alcanza nada menos que el 81% de los casos.

Éstos son los principales trazos que dibujan los resultados en Cataluña del proyecto Global Entrepreneurship Monitor (GEM), uno de los trabajos que sirven de referencia internacional en la investigación del fenómeno emprendedor y la creación de empresas.

El programa fue lanzado hace nueve años por la London Business School y el Babson College, y hoy participan en él 34 países. España se incorporó a esta red de investigación a través del Instituto de Empresa y colaboran en el proyecto el Instituto de Estudios Regionales y Metropolitanos de Barcelona y el departamento de Economía de la Empresa de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB).

El Observatorio de la Actividad Emprendedora realiza una serie de encuestas a la población adulta, comparables entre países, sobre los proyectos empresariales puestos en marcha por los encuestados en los últimos 42 meses. A partir de los 42 meses, se habla ya de una empresa y no de un simple proyecto.

Estado de bienestar

El porcentaje de encuestadas que han iniciado un proyecto -2.000 encuestas han sido realizadas en Cataluña y 16.000 en toda España- se denomina tasa de actividad empresarial (TEA). Pues bien, esta tasa es del 4,9 en el caso de las mujeres en Cataluña, y en la Unión Europea la comunidad catalana sólo se ve superada por Irlanda, que arroja un TEA del 5,5. La media española es del 4,2, y del 3,6 en Europa. La tasa de actividad empresarial en Cataluña es superior en el caso de los hombres (8,9).

El hecho de que Cataluña registre un nivel más elevado que los países vecinos del centro y el norte de Europa se explicaría, según Anaís Tarragó, responsable del área económica del Instituto de Estudios Regionales y Metropolitanos de Barcelona, no sólo por la mayor cultura empresarial y emprendedora tradicional de Cataluña, sino por las estructura social. "En otros países, como Holanda, Suecia y Dinamarca, la existencia de un Estado de bienestar robusto y de una mayor protección de la mujer en el mercado laboral no la empujan a desarrollar su experiencia profesional creando su propio negocio, como sucede aquí".