La revolución de los 60
Mujeres y hombres que ya han pasado la barrera de los 60 años son los compradores de la nueva cosmética antienvejecimiento. Para todos ellos, las firmas invierten en vanguardistas elixires de la eterna juventud con componentes cada día más sofisticados y eficaces.
En España, siete millones de personas tienen más de 65 años (el 17% de la población) y se espera que en el año 2020, la cifra aumente hasta un 25%. Además, hoy se llega a los sesenta con la misma calidad de vida que se puede tener a los cuarenta. Sin embargo, un 60% de las mujeres presenta un envejecimiento cutáneo superior a su edad cronológica, un 20% coincide con ella y un 20% está por debajo. La medicina y la cosmética antienvejecimiento se han puesto manos a la obra para crear nuevos y prometedores productos que prevengan, frenen y reparen los signos de envejecimiento prematuro. Y aunque la genética desempeña un papel importante, los cuidados cosméticos y la protección frente al sol son nuestras principales armas para frenar la aparición de arrugas, flacidez o manchas en el rostro.
La piel se defiende. La senescencia modifica continuamente la estructura y funcionamiento de nuestro organismo. Las primeras manifestaciones llegan en forma de pequeñas arrugas, patas de gallo y manchas difusas (alrededor de los 40 años) y más tarde aparece la pérdida de elasticidad, flacidez o brillo y las arrugas más profundas (50-60 años).
El doctor Daniel Maes (vicepresidente de los laboratorios Estée Lauder) explica que, aunque podemos evitar que nuestra piel se deteriore más de lo debido (con protectores solares y antioxidantes), también es importante ayudarla a recuperarse del daño que haya podido sufrir. "Gracias a los últimos descubrimientos en envejecimiento, hemos desarrollado nuevas tecnologías que aportan firmeza y capacidad de defensa de estas pieles maduras. Está comprobado que en un día de sol el 40% de las células mueren, pero son capaces de repararse en unas cuatro horas, siempre que la piel sea joven (menos de 30 años). Con el paso del tiempo, este daño oxidativo tarda meses en recuperarse, deteriorando tanto la superficie como las capas más internas. Por ello es fundamental ayudar a la epidermis con complejos reafirmantes a base de vitaminas antioxidantes y compuestos específicos (en el caso de Lauder, la corteza de Tepescohuite o el extracto de levadura)", afirma el científico.
¡Stop al descolgamiento! Cuando hemos aprendido a convivir con las arrugas, cuando disimulamos las manchas de la edad con un corrector o un maquillaje cubriente, aparece en las mujeres sexagenarias un nuevo enemigo: la flacidez. Y es que a partir de los 60, los metabolismos y las estructuras biológicas se debilitan, los huesos pierden calcio (osteoporosis), y la piel, elasticidad y densidad (glucación), es más frágil y más seca (deshidratación), menos resistente y más permeable a las agresiones exteriores (oxidación). Porque cuando la piel se afloja, los rasgos se desmoronan, se forma el doble mentón, las arrugas y bolsas debajo de los ojos aumentan, las líneas del contorno de la boca se hacen más profundas y el contorno del óvalo desciende. De ahí viene la demanda de productos eficaces de alta tecnología que aporten firmeza sin tener que pasar por el quirófano. Para conseguirlo, la cosmética no escatima en esfuerzos creando productos reafirmantes con ingredientes como el selenio extraído del tomate o el cáliz de caqui (Clarins) o el calcio (Lancôme). Otros van más allá creando "rellenos biológicos" (Biotherm), aumentando así el espesor de la piel como si de botox se tratase o descubriendo las propiedades de plantas inéditas como el extracto de Rhodiola rosea procedente del Ártico (Youthtopia de Origins), con propiedades reparadoras, tanto del ADN como de las células oxidadas.
De los 18 a los 70
Los laboratorios de investigación de L'Oréal han realizado un estudio sobre mujeres de raza caucasiana con edades comprendidas entre los 18 y los 70 años divididas en tramos de cinco años, y han estudiado la evolución de los principales 14 signos clínicos de envejecimiento cutáneo y a qué edad se intensifican cada uno de estos 14 signos:
01 Arrugas de la frente.
02 Arrugas del entrecejo.
03 Número de patas de gallo.
04 Profundidad de las patas de gallo.
05 Arrugas del párpado inferior.
06 Bolsas.
07 Marcas naso-genianas.
08 Arrugas en el labio superior.
09 Comisura de los labios.
10 Relieve cutáneo.
11 Uniformidad vascular.
12 Uniformidad pigmentaria.
13 Flacidez.
14 Textura de la piel del cuello.
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