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Reportaje:

La obsesión de la gripe aviar

Incinerados 37.000 pollos recién nacidos que rechazó Marruecos por miedo al contagio

El temor a la gripe aviar se extiende. Un camión cargado con 37.000 pollos recién nacidos muertos llegó el miércoles por la noche a Osuna (Sevilla) desde Algeciras. Allí, en la madrugada de ayer, los cuerpos inertes de los animales fueron eliminados en la incineradora que la empresa Dacy tiene en el municipio sevillano.

Este proceso constituye el fin de una odisea que comenzó la semana pasada en Francia. Los 37.000 pollos recién nacidos cruzaron la Península el miércoles pasado hasta llegar a Marruecos el jueves 23 de febrero. Allí debían llegar a una finca para ser explotados como aves reproductoras. Pero, finalmente, el destino acabó por llevarlos a la incineradora de Osuna.

500 ejemplares del total que transportaba el camión holandés desde Francia, de la empresa André Van Olst, Condicional Chicken Transport All Over Europe, llegaron muertos a Tánger. Por esta razón, las autoridades marroquíes, ante la sospecha de que los animales estuviesen contagiados por la gripe aviar, dado que procedían de un país donde ha habido casos de esta enfermedad, decidieron devolver la carga.

El camión regresó a Algeciras el sábado 25 de febrero. Cuando la carga llegó al puerto español, fue precintada y tuvo que permanecer parada. Para cuando llegó allí, la mayoría de las aves había muerto. "Eran pollos de 24 horas", apunta Rafael Monterde, gerente de Dacy, la empresa incineradora de animales que también desinfectó el camión que transportaba a los pollos.

Cada uno de estos ejemplares pesa 50 gramos; "tienen el tamaño de una lata de coca cola", ejemplifica el gerente. En total, el cargamento de animales pesaba 1.800 kilogramos.

"Esa clase de pollitos recién nacidos necesita comer cada media hora y no dura más de una jornada sin alimentarse". Los animales estuvieron dos días en el camión, por lo que murieron

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Una vez en Algeciras, el Servicio de la Administración General del Estado en el Campo de Gibraltar, procedió a precintar el camión, cotejar la documentación y aportar toda la información necesaria a la Agencia Aduanera para que el exportador pudiera decidir qué hacer con la carga.

La ley ofrece dos opciones: devolver el cargamento al lugar de origen o eliminarlo. "El exportador, teniendo en cuenta valoraciones comerciales, optó por lo segundo", explica Manuel Torroba, jefe de Sanidad Animal del Servicio de la Administración General. La Guardia Civil española escoltó, finalmente, al camión hasta la incineradora de Osuna, "una de las dos autorizadas en Andalucía para llevar a cabo estas labores".

La aparición de ejemplares muertos en una partida no es inusual. "Los exportadores cuentan con un porcentaje de pérdidas en cada viaje", asegura Torroba. Tanto el departamento de Sanidad Animal de Algeciras como la incineradora aseguran que no existía sospecha alguna de gripe aviar. "Los controles dejan claro que no ha habido el mínimo riesgo para la población", afirma el jefe de Sanidad. Torroba aseguró que no hubo irregularidades en el viaje, que en todo momento se vigiló el bienestar y la sanidad animal y que las relaciones con Marruecos son buenas. "No será fácil que se repita algo así, pero puede pasar".

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