Bono respalda en Libia la venta de material militar español por valor de 800 millones

El ministro de Defensa, José Bono, apoyó ayer y anteayer en Trípoli ventas de material militar español a Libia por valor de unos 800 millones de euros. Bono no llegó a entrevistarse con el líder de la revolución libia, Muammar el Gaddafi, pero fue recibido por el primer ministro, Shiukri Ghanem, y se reunió con los máximos responsables del Ministerio de Defensa libio, los generales Abu Baker y Ali Zway.

El Consejo de Seguridad de la ONU levantó las sanciones al régimen libio después de que éste aceptara su responsabilidad en el atentado de Lockerbie y los servicios de seguridad de Gaddafi cooperaran con la CIA en la lucha contra el integrismo islámico.

Sin embargo, EE UU aún no ha sacado a Libia de la lista de países que apoyan el terrorismo, e incluso España ha vetado en dos ocasiones la venta de una planta de ácido nítrico por temor a que se use para fabricar misiles.

Pese a ello, los dos Gobiernos están ultimando un acuerdo de cooperación militar similar a los suscritos por España con los otros países del Magreb y que debería facilitar la exportación de una importante cantidad de material militar español.

Navantia e Indra

Lo más inminente es la visita, el próximo día 9, de una delegación libia a la base del Ejército de Tierra en Colmenar Viejo (Madrid), para examinar los helicópteros Chinnok modernizados. Eurocopter-España pugna por adjudicarse la modernización de cuatro Chinook libios por 24 millones.

Pero la oferta más importante es la presentada por los astilleros Navantia para la construcción de cinco buques de vigilancia costera y oceánica, cuyo importe podría ascender hasta los 500 millones; además de 24 patrulleras de Rodman por 12 millones.

Por último, Indra acaba de firmar un contrato, por valor de 48 millones, para modernizar el control automático del tráfico aéreo civil libio, con centros de control en Trípoli, Jufra y Benghazi.

Las autoridades libias quieren ampliar este sistema a la defensa aérea del país, en un programa que incluye nueve radares tridimensionales, fijos y móviles; centros de mando y control, sistemas de defensa electrónica y sistemas de comunicaciones, con un coste de unos 200 millones.

El argumento de Bono para apoyar estos contratos es que España se ha convertido en el segundo cliente de Libia, sólo detrás de Italia, con compras anuales de unos 1.200 millones (casi exclusivamente crudo), mientras que las ventas rondan los 150.

El ministro viajó a Libia en el marco de la Iniciativa 5+5, que agrupa a países europeos y magrebíes (Mauritania, Marruecos, Túnez, Argelia, Libia, Francia, Italia, Portugal, Malta y España) y que ambas partes acordaron impulsar. En cambio, Bono no quiso aceptar las felicitaciones libias a España por haber retirado sus tropas de Irak.