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Reportaje:

La familia Menezes, contra el Estado británico

Los parientes del joven brasileño abatido en Londres tras el 7-J logran llevar a la fiscalía general la causa contra los policías implicados

El 22 de julio, la policía británica acribilló a balazos a Jean Charles de Menezes, un joven brasileño de 27 años al que había confundido con un terrorista suicida. Siete meses después, y a pesar de la intensa campaña de presión que sigue llevando la familia, aún no se ha establecido la verdad de aquel suceso. Las investigaciones se entrecruzan en un laberinto burocrático que puede acabar propiciando la exculpación de los autores del crimen, de quienes lo indujeron con sus decisiones y de quienes intentaron después taparlo con informaciones falsas y medias verdades.

La familia del joven brasileño pidió esta semana que un juez del Tribunal Superior investigue las circunstancias de la muerte de su pariente. "Creemos que la complejidad del caso justifica que sea un magistrado del Tribunal Superior el que se ocupe de las pesquisas", afirmó la abogada de los familiares, Harriet Wistrich.

Una comisión propone al fiscal el procesamiento de los agentes que vigilaron al brasileño
"Todo el mundo sabe que Ian Blair miente", asegura Pereira, el primo de Menezes

En la vista preliminar ante el tribunal de primera instancia de Southwark (sur de Londres), el juez escuchó la declaración de John Cummins, investigador de la Comisión de Quejas a la Policía (IPCC, en sus siglas en inglés), que se encarga de investigar las causas de la muerte del joven brasileño. Cummins confirmó que el informe de la IPCC, que se elaboró "sin obstáculos", ha sido enviado a la fiscalía general para que valore si algún agente debe ser procesado, decisión que podría conocerse a mediados de abril. Según la información filtrada a la prensa, la Comisión ha recomendado al fiscal que procese a los agentes que se encargaron de vigilar a De Menezes, por falsificar supuestamente el contenido de sus diarios a fin de responsabilizar de su muerte a sus colegas de la Brigada Armada, los que le dispararon tras recibir erróneamente confirmación de su identidad.

Está en juego la cabeza del jefe de Scotland Yard, sir Ian Blair. Sobre él recae la sospecha de que mintió a la opinión pública cuando sostuvo durante más de 24 horas que el hombre tiroteado en un vagón de metro en la estación de Stockwell, al sur del Támesis, se había saltado las barreras de la entrada de la estación y había echado a correr al recibir el alto policial. Es una verdad establecida que no hubo alto policial, ni Jean Charles se saltó la barrera ni echó a correr. Llegó con toda normalidad al metro y quizás ni siquiera tuvo tiempo de darse cuenta de que un puñado de policías camuflados estaban a punto de reventarle los sesos porque le habían confundido con el hombre que 24 horas antes había intentado hacer explotar un artefacto en esa estación.

Alex Pereira, 28 años, es primo de Jean Charles y de alguna manera se ha convertido en el portavoz de la familia en Londres, adonde llegó hace algo más de tres años siguiendo los pasos de su primo. De carácter fuerte y verbo fácil, Alex lleva meses dándole vueltas a los mil detalles oscuros de la historia. Hay muchas preguntas sin respuesta. ¿Por qué la policía no dio el alto a su primo cuando salió de su casa? ¿Por qué le dejaron subir a un autobús si pensaban que llevaba una bomba? ¿Es posible que los 20 agentes que participaron en la operación le confundieran con el sospechoso? ¿Por qué la policía hizo creer que Jean Charles llevaba mochila y prendas de abrigo en julio, cuando eso era falso? ¿Por qué dijo que huyó si tampoco era verdad? ¿Por qué no hay grabación alguna de las cámaras de seguridad de la estación? ¿Por qué sir Ian Blair paralizó durante cuatro días el acceso del IPCC? ¿Por qué la policía tardó más de un día en admitir su error, cuando se dio cuenta de inmediato de que había matado a un inocente?

"Una hora después de oír las noticias la gente me llamaba preguntándome por qué Jean Charles había hecho eso. Yo les decía: 'No, no lo ha hecho'. Y ellos contestaban que la policía no hace esas cosas. Tardaron tres semanas en encontrar la verdad. Porque se filtró, no porque quisieran informarnos o quisieran explicar la verdad por sí mismos. Pero ahora la gente ha cambiado de opinión y está avergonzada de lo que pasó porque es un error del país, un error de la policía que sienten como un error del país. Saben que han de cambiar de bando y estar de nuestro lado. Algunos lo hacen y otros no, porque les da vergüenza", dice Pereira. "Tony Blair es culpable no sólo de la muerte de Jean Charles sino de otras 57 personas", asegura sin rodeos. "Es el responsable de todas esas muertes. En este país no hay trabajo de inteligencia. Dicen que hay inteligencia, pero ¿cómo describes a un sospechoso de ser un terrorista suicida? ¿Cómo le detienes? No tienen miedo de nada porque de todas maneras van a morir. Tienes que descubrirle antes de que se ponga la bomba. No puedes ir por la calle mirando la cara de la gente para ver si son terroristas. Los terroristas no tienen cara. El que voló el edificio de Oklahoma era blanco, 100% blanco. Tenía cara de americano, no de musulmán. ¿Alguien puede ver a un rico por la calle y pensar que es un terrorista suicida? Es imposible. ¿Cómo sabes si un musulmán es un terrorista? Si sabes que es un terrorista lo has de detener antes de que salga a la calle, no después. No has de esperar a que el tipo coja el autobús y entre en el metro".

Alex no oculta el rencor de la familia hacia la policía británica. "La relación entre la familia y la policía es la misma que tendríamos con usted si hubiera matado a alguien de nuestra familia. Tratamos a la policía como criminales", reconoce. "Enviaron a una gente a Brasil tres días después del funeral para hablar con la familia y disculparse. Les tratamos bien, porque cuando alguien viene a tu casa le tratas bien, pero cuando la familia vino aquí no quisieron ni hablar con la policía. Mi hermano estuvo en la Cámara de los Comunes el día que compareció Ian Blair. Blair intentó hablar con ellos, pero la familia no quiso hablar con él. A fin de cuentas está intentando taparlo todo y demostrar que todos actuaron correctamente. Alguien que cree eso no puede ser amigo nuestro".

"En este país hay gente que ha tenido que dimitir por pequeños errores. Sir Ian Blair no ha sabido cómo manejar la situación. Impidió al IPCC que entrara en el lugar el viernes, intentó hacer la investigación por su cuenta, y aun ahora sigue filtrando información para salvar a su equipo. Todo el mundo sabe que miente, pero dice que le dejaron en la penumbra, sin información, y que él no ha mentido. Pero si no tenía información ¿por qué no cerraba la boca? No tenía que haber dicho nada si no sabía nada. Ha mentido dos veces". "Dijeron que Jean Charles se había echado a correr", insiste, "pero lo dijeron porque ellos creen que en este país los extranjeros son siempre ilegales y siempre tienen miedo de las cuestiones de inmigración y todo". "No se esperaban que todos nosotros fuéramos legales y capaces de luchar. No se lo esperaban. Planeaban atemorizarnos y dijeron que había hecho esto y aquello. ¿Por qué dijeron que Jean Charles había saltado la barrera, si no era verdad? Todos los testigos que hablaron con los medios estaban dentro de los vagones. ¿Cómo podían decir lo que había pasado dentro y lo que habían pasado fuera? Tienes que haber ido corriendo detrás para haber visto si es verdad que Jean Charles corría. No se puede creer lo que escribieron los medios porque venía de la policía. La policía hizo esas declaraciones".

Irak aparece con frecuencia en su discurso. "Un día fui a la BBC y cuando volví una señora me dijo que lo que había pasado el 7 de julio y lo que le pasó a mi primo no tenía nada que ver con la guerra en Irak. ¿Cómo puede esta señora no ver la conexión, cómo puede ser que le importe lo que pasa aquí pero no lo que pasa allá? No tiene importancia que vayan allá y maten a miles de personas y cuando ocurre algo así es que se trata de un gran error. Esa gente nunca hubiera hecho lo que hicieron aquí si no hubieran ido a Irak a hacer lo que están haciendo".

Pereira llegó a Londres siguiendo la estela de su primo. "Todo el mundo viene por la misma razón: o para estudiar o para trabajar. Jean tenía el mismo sueño que todos los demás en el lugar donde vivimos: salir de allí y tener una vida mejor. Es el sueño de todo el mundo allí. Muchos se van a Estados Unidos, pero nosotros queríamos ir a un sitio diferente. Él era electricista, que también es buen trabajo. Si hubiéramos ido a Estados Unidos teníamos que haberlo hecho como ilegales porque a nosotros no dos dan visa. Pero aquí podíamos venir como legales y estar como legales. Me contó lo mucho que había aprendido aquí y al cabo de unos meses me dijo que no fuera a Estados Unidos y que viniera aquí, que podría ayudarme. Y vine y recibí la ayuda que necesitaba".

"El año pasado perdí el curso en la escuela porque no podía ir a clase y no podía concentrarme", admite. "Mucha gente murió en España", dice, saltando de tema, "y creo que el nuevo presidente, el nuevo primer ministro, ha hecho lo que tenía que hacer: retirar las tropas y apoyar a Lula en su campaña. ¿Por qué la gente gasta tanto dinero en la guerra y no apoya una buena campaña?", se pregunta.

La madre de Menezes, Maria Otonia, es abrazada por su marido, Matuzinhos Otone, en la estación de Stockwell, donde murió el joven.
La madre de Menezes, Maria Otonia, es abrazada por su marido, Matuzinhos Otone, en la estación de Stockwell, donde murió el joven.REUTERS
Alex Pereira, en Londres.
Alex Pereira, en Londres.JOAN TORRELLAS

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