Gas Natural rechaza la ayuda de Enel y decide ir sola en la OPA frente a E.ON

La irrupción del gigante alemán E.ON en la batalla de Gas Natural para hacerse con Endesa ha agitado todo el sector energético europeo. Horas después de que E.ON anunciara su oferta para crear con la eléctrica española el mayor grupo energético del mundo, Fulvio Conti, consejero delegado de la italiana Enel, tercera empresa del sector en Europa, descolgó el teléfono para proponer a Gas Natural una alianza que cortocircuitara la operación de E.ON, según fuentes del sector. Pese a que la gasista rechazó la oferta, Enel salió ayer a la palestra públicamente para dejar caer que "puede estar a su lado".

Gas Natural contempla el acercamiento del grupo italiano como un movimiento defensivo

Si la 'contraopa' sale adelante, el resultado sería más temible para los jugadores europeos

La entrada en escena de E.ON -con una oferta que en precio supera en un 29% a la de Gas Natural, que tiene margen para mejorar, que tiene a su favor su planteamiento amistoso para los directivos de Endesa y que no plantea la necesidad de desinvertir activos- cambia muchas cosas. No sólo es un golpe para la gasista que controlan La Caixa y Repsol, sino también para el resto de actores del sector en toda Europa. Todos empiezan a tomar posiciones. Sin ir más lejos, el pasado martes el presidente y el director financiero de E.ON, Wulf Bernotat y Erhard Schipporeit, asistieron como invitados al palco de Endesa en el Bernabeu.

Si la contraopa de E.ON por Endesa sale adelante, como muchos analistas continuaban pronosticando ayer tras preguntarse con escepticismo qué carta en la manga podría guardarse Gas Natural, el grupo resultante sería aún más temible para otros grandes jugadores europeos. La presencia del grupo alemán en el centro y el norte de Europa se completaría, gracias a Endesa, con una posición envidiable en España y Portugal, donde Endesa es la primera empresa del sector, y en Francia e Italia, donde la española ocupa el tercer puesto en generación eléctrica.

Enel, la mayor compañía eléctrica italiana y tercera en Europa, vería crecer a un voluminoso competidor en su propio terreno, Italia, y en España, donde lleva tiempo anunciando su propósito de aumentar de forma sustancial su cuota de mercado, hoy limitada al 4% a través de Viesgo.

Por esta razón, Gas Natural contempla como de carácter puramente defensivo el "cortejo" de Enel, cuya capitalización bursátil (41.000 millones de euros) es muy superior a la de la gasista (apenas 11.000 millones).

Pese a su rechazo de la oferta de Enel, la italiana anunció ayer públicamente su intención de apoyar a la gasista si ésta decide enfrentarse a E.ON. "Si Gas Natural relanza su oferta, nosotros podemos estar a su lado para seguir teniendo acceso a aquel mercado con otras centrales y otras redes de distribución", declaró Fulvio Conti, administrador delegado de Enel. "También Enel, como E.ON, tiene interés en crecer internacionalmente", añadió Conti, tras recordar su propóstio de convertirse con el tiempo en una entidad europea y su disposición a "aprovechar cualquier oportunidad" para potenciar su presencia en los mercados exteriores. Enel sigue "con atención" la iniciativa tomada por E.ON sobre Endesa.

Según las fuentes consultadas, el planteamiento de Enel no pasaría por lanzar un proyecto conjunto, sino simplemente por asegurarse la compra de más activos del grupo resultante de Gas Natural-Endesa, en Italia y en España. Si la gasista va más allá en su programa de desinversiones -el Gobierno ya las aumentó al incluir centrales con una potencia superior en 1.200 megawatios a los previstos y 1,5 clientes de gas- y Enel se beneficiara de ello, el grupo italiano podría aportar más recursos a Gas Natural, cuya capacidad financiera para mejorar la contraoferta de la alemana E.ON es limitada.

Sin embargo, en las conversaciones entre la italiana y la gasista española, Gas Natural esgrimió frente a la oferta italiana el pacto que cerró el pasado verano con Iberdrola, por el que la segunda eléctrica española se compromete a quedarse con activos del grupo resultante por una cuantía entre 7.000 y 9.000 millones de euros. El Gobierno español no ha entrado a analizar este pacto. Las desinversiones adicionales impuestas por el Gobierno ha provocado un alud de conversaciones oficiosas de distintas empresas del sector que optan a quedarse con activos. Entre ellas, con Unión Fenosa, que en los últimos años ha crecido considerablemente en generación y que busca en la OPA activos de gas.

También Enel entabló contactos semanas atrás con Gas Natural para negociar la posible compra de los activos "sobrantes" de Endesa. En ese momento, la OPA de Gas Natural era la única sobre la mesa. Con la adquisición de parte de esos activos, Enel habría subido hasta el 13% su cuota en España.

De ahí que para Gas Natural su proyecto introduzca mayor competencia en el mercado español que el de E.ON, ya que la oferta del grupo alemán es muy beneficiosa para éste por las complementariedades geográficas con Endesa, pero al no tener que desprenderse de activos no aumenta la cuota de mercado en España de otros competidores. La gasista aseguraba ayer que "tiene múltiples opciones", con entereza oficial, pero se negó a desvelarlas, mientras el mercado seguía apostando por una integración con Iberdrola que ya fue vetada por el regulador en 2003, bajo el Gobierno del Partido Popular.

También Enel se baraja en los escenarios de los analistas, pero existen en su caso otros condicionantes. El principal accionista de Enel, con una capitalización bursátil de 41.000 millones de euros, es, con un 31%, el Ministerio de Economía italiano.

Otro factor de peso subrayada en el mercado es la incertidumbre sobre su estrategia. El administrador delegado, Fulvio Conti, dispone de una tesorería rebosante y busca desde hace tiempo oportunidades para invertir. En efecto, en las últimas semanas, además de negociar acerca de Endesa con Gas Natural, ha expresado su interés por la sociedad belga Electrabel, propiedad al 100% del Grupo Suez, y ha valorado la posibilidad de lanzar una OPA sobre Iberdrola, la segunda firma eléctrica española tras Endesa.

En 2004, Enel facturó 36.500 millones y obtuvo un beneficio neto de 2.700 millones de euros. Está presente en el continente americano con dos pequeñas sociedades, Enel North America y Enel America Latina, que en conjunto disponen de 500 megavatios de potencia instalada, y en varios países europeos, entre ellos España, donde cuenta con Enel Viesgo(2.200 megavatios) y Enel Unión Fenosa Renovables.

Enel fue privatizada en 1999 y es uno de los pocos ejemplos de "capitalismo popular" que han funcionado en Italia, ya que cuenta con 2,3 millones de accionistas (ninguna sociedad europea tiene más) que han cobrado dividendos regularmente.

La compañía eléctrica emplea a 64.000 personas y gestiona 43 centrales térmicas, 495 hidroeléctricas, 31 geotérmicas, 18 eólicas y cinco fotovoltaicas. Su capacidad productiva supera los 42.000 megavatios, suministra energía eléctrica a 30 millones de clientes y posee además la segunda red italiana de distribución de gas, con más de dos millones de clientes.