La feria de la telefonía móvil, sin conexión
Los curiosos se agolpan en la entrada del congreso 3GSM, sólo apto para profesionales de la tecnología y a 599 euros la entrada
La feria de telefonía móvil Barcelona 3GSM es un éxito rotundo. Por número de visitantes, por su impacto económico sobre la ciudad -el sector del taxi y el turístico en general harán su agosto- y por el propio desarrollo del evento, con más de un centenar de novedades mundiales y la presencia de primeros espadas del empresariado global -con Steve Ballmer, de Microsoft, a la cabeza- y una veintena de ministros de varios países. Un gran escaparate. Pero no hay éxito sin mácula.
Los estrenos son difíciles, y Barcelona ha pagado la novatada en algunas áreas. A las colas de la jornada inaugural se añaden los problemas con los ordenadores en la sala de prensa. Y lo más sorprendente: en pleno frenesí tecnológico, ayer no funcionaba bien el acceso a Internet a través del móvil. Incluso en algunos de los expositores de las principales compañías, los ejecutivos tenían serias dificultades para conectarse y dar a conocer algunos de los servicios que se presentan a Barcelona, que en algunos casos no llegarán a los consumidores hasta dentro de algunos meses.
Por el salón pasarán esta semana unos 50.000 ejecutivos con ganas de hacer negocios. Orientales, norteamericanos y centroeuropeos con un par de cosas en común: un móvil último modelo en el bolsillo del consabido traje oscuro y, sobre todo, el flamante escapulario rosa que permite la entrada al recinto de la Fira de Barcelona. En el interior, cuesta entender la jerga especializada de la tecnología móvil, una sopa de letras que va del UMTS (o tercera generación) al HSDPA (la tecnología que permite acelerar las descargas de fotos y vídeos en el móvil), entre otras lindezas. Los portadores del escapulario rosa no parecen tener dificultades con la nomenclatura. Otra cosa sucede en los aledaños, donde cada día se quedan sin entrar decenas de curiosos.El precio de una entrada para un visitante no profesional es lo bastante disuasorio: 599 euros. Es decir, 100.000 de las antiguas pesetas. "Se trata de una feria para profesionales del sector, no para el público", se excusa una de las azafatas de las puertas de acceso. Hay una segunda barrera: el idioma. La mayoría del personal de las puertas habla inglés. Sólo inglés. Y en la puerta coinciden jubilados y universitarios -en su mayoría- con curiosidad por las novedades que esconde el recinto y con muy distintos niveles de conocimientos tanto en tecnología móvil como en idiomas.
Manolo se queja del inglés y de los precios. "Sólo quería darme una vuelta. Todo el mundo parece muy educado, pero no entienden ni papa de español", se queja este jubilado. Javier roza los 40, trabaja en un banco y a media tarde se queda con ganas de entrar en la feria "con una de esas acreditaciones tan llamativas". Preguntados por las siglas básicas que se asocian a esta tecnología, ninguno de los dos acierta a contestar demasiado en una encuesta improvisada. Nada de HSDPA, nada de UMTS ni GPRS (la generación anterior a la tercera), ni DVB-H (un estándar para televisión). Pero pleno en lo relativo a SMS y MMS (la tecnología que permite enviar mensajes) o el protocolo IP, que los ordenadores utilizan para navegar por Internet.
Claro que en otros casos la sorpresa es mayúscula. Robert y Víctor son dos estudiantes de Girona que rondan los 20 años y contestan correctamente -y hasta con cierta retranca- todas las preguntas. "No vamos a pagar 600 euros, pero nos interesaba ver las novedades", dice uno de ellos. Al final, aclaran por qué conocen tan bien la jerga. Víctor estudia Telecomunicaciones. Robert, Industriales.
El segundo día del salón, el centro de la ciudad sigue semicolapsado: tanto la plaza de Espanya como la Gran Via y el Paralelo van a sufrir toda la semana los lógicos problemas de tráfico. Por el salón han pasado ya los reyes Juan Carlos y Sofía; el ministro de Industria, José Montilla; el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, y el alcalde de Barcelona, Joan Clos. La nómina de personajes se amplió ayer con la presencia del príncipe Andrés de Inglaterra, que llegó en su avión privado y logró atraer casi todas las cámaras del recinto. Y la feria sigue cumpliendo con creces todas las expectativas: el primer día se acreditaron 39.000 ejecutivos; la edición anterior, en Cannes, no pasó de los 14.000 visitantes en su jornada inaugural.
Entre las novedades, la oferta es inabarcable. Del móvil más delgado del mercado a las últimas funciones multimedia. Teléfonos con cámara de fotos y vídeo, con ecualizador de música y sonido envolvente para los melómanos. Mensajería instantánea. Y un largo etcétera que incluye algunas sorpresas.
La feria dedica una sección a los contenidos para adultos, en el pabellón número dos. Hay casi una docena de empresas, cuyos representantes coinciden en un aspecto: "El sector está creciendo a toda velocidad. El móvil es un acompañante continuo y muy personal. Y ofrece posibilidades para los adultos que nunca antes habían sido posibles", explica Marc Jarrett, director de mercadotecnia de 3OOOH Mobile Entertainment. Su compañía, que se estableció en Barcelona en 2003, ofrece videochat para adultos en directo desde cualquier móvil de tercera generación, a 1,33 euros por minuto. "Con los reproductores de vídeo sucedió lo mismo en la década de los setenta: el boom de las cintas porno. Con el móvil va a suceder poco más o menos lo mismo".
La oferta es amplia. La mayoría de las empresas promocionan en el Barcelona 3GSM los shows en vivo y la posibilidad de obtener en el móvil vídeos de hasta 20 minutos de duración sin que el usuario tenga que hacer ninguna descarga. Pero no todo es tan virtual. A la salida del salón, junto a la larguísima cola para los taxis, hay también varias personas con publicidad de locales nocturnos, muy habituales en los grandes salones de la feria. Pero ésa es otra historia.
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