3,7 millones de españoles cambiaron de compañía con la portabilidad

La telefonía móvil en España funciona y además es negocio. El número de abonados ha superado ya a la población, es decir, que hay muchas personas que tienen más de un número. Y al contrario que lo que sucede en telefonía fija, en el que todas las operadoras -salvo Telefónica- están en pérdidas, las tres de móvil (Movistar, Vodafone y Amena) son muy rentables. Tienen unos márgenes cercanos o incluso superiores al 50%, pese a la feroz competencia.

Del grado de esa competencia da buena muestra que sólo el año pasado 3,7 millones de abonados cambiaron de compañía mediante el procedimiento de la portabilidad, que les permite conservar el número. En 2005, el vencedor indiscutible de esa batalla ha sido Vodafone, que ha robado a sus competidores 322.178 clientes. Además, una de cada dos altas netas en el mercado español corresponden a la compañía británica, que, desde marzo de 2004, ha ganado cuatro puntos de cuota de mercado y ya posee el 29,6% del mercado.

Los grises de este panorama idílico son el escaso tirón del 3G y sus posibilidades.

Respecto al 3G, Movistar y Vodafone confiesan tener en torno a 800.000 clientes activos (Amena no da datos), aunque la percepción general es que pocos de ellos usan habitualmente servicios como la videoconferencia o Internet. Pese a ello, las compañías son optimistas, y creen que los primeros efectos ya se notan.

Ingresos por datos

En el primer semestre, los ingresos por datos de Telefónica Móviles experimentaron un crecimiento del 34% respecto al primer semestre de 2004. Entre los contenidos más solicitados se encuentran las descargas musicales en todos sus formatos (tonos reales, videoclips, polifónicos, música con calidad MP3,...), los videojuegos, chats, m-blogs, alertas de noticias y parrillas de TV.

En cuanto a la música, los éxitos españoles del momento es lo que tiene más gancho. Los tonos reales están superando a los polifónicos. Se llevan vendidos 10 millones de tonos y logos.

En el último trimestre de 2005 Vodafone aumentó los ingresos por servicios el 28,1%, crecimiento al que contribuyeron el incremento de la mensajería (22,7%) y del resto de servicios de datos -derivados de las aplicaciones 3G- en un 55%. El tráfico de datos en la red 3G de Vodafone duplica ya al de la red GPRS. Los servicios con mayor aceptación entre los particulares son: la descarga de música (crece a un ritmo mensual del 23%), vídeos (42%) y videojuegos (11,5%) . En el ámbito empresarial destaca el creciente uso de la tarjeta de datos 3G/GPRS.

Detrás de esas cifras hay un importante esfuerzo inversor. Telefónica Móviles ha comprometido inversiones de 1.700 millones en su red en periodo 2005-2008, de los que el 75% se van a destinar a redes 3G. Vodafone va a invertir 2.880 millones de euros en España, y la mayor parte de esta inversión se dedica al despliegue de los servicios 3G. Las redes de 3G son las más completas. Telefónica cuenta con más de 5.000 estaciones; Vodafone da cobertura al 68% de la población y Amena, al 64%.

Pero el panorama puede cambiar muy pronto. La próxima entrada de los OMV, (compañías, sin red que se dedican a vender minutos y servicios con un margen garantizado por el regulador) puede cambiar el panorama. Las operadoras ya lo han avisado: Si los OMV no invierten, nosotros, tampoco.

Eso ha ocurrido en los países nórdicos, donde han tenido una mayor implantación. La bajada de precios inicial dio paso a una carrera comercial que ha desembocado en la desaparición o absorción de muchos OMV.

Lo que sigue igual es Xfera, el cuarto operador en España continúa inactivo, pese a que logró una polémica licencia (por poco más de 100 millones de euros frente a los 8.000 millones que se pagaron en Alemania) hace más de cinco años. Ni ha conseguido un socio extranjero como ha prometido en reiteradas ocasiones, ni ha firmado un solo contrato con los proveedores ni, por supuesto, ha presentado ningún plan a la Administración para su salida al mercado.

En Italia, acaban de retirar la licencia que nunca activó a Ipse-Telefónica.