IU denuncia que las obras de un colector de la M-30 dañan un área arqueológica

El Grupo Municipal de IU denunció ayer que las excavadoras municipales han destrozado unos 800 metros de las llamadas terrazas del Manzanares, a la altura de la Casa de Campo, zona de máxima protección arqueológica y paleontológica de la región. IU mantiene que el Ayuntamiento de Madrid ha construido, sin los permisos pertinentes de la Dirección General de Patrimonio, un colector de aproximadamente un kilómetro de longitud muy próximo al río Manzanares en esta área declarada bien de interés cultural.

Inés Sabanés, portavoz municipal de IU, exigió ayer "conocer con exactitud" los daños producidos "en esta zona paleontológi-ca", y denunció "el total descontrol que están suponiendo las obras de la M-30 en diversas partes de la capital".

La portavoz de IU sostiene que el citado colector forma parte de las obras de reforma de esta vía de circunvalación y que su construcción fue una exigencia de la Confederación Hidrográfica del Tajo.

Sabanés mantiene que el Ayuntamiento ha realizado las obras sin las preceptivas garantías arqueológicas y paleontológicas. "Ha fallado todo. La causa es la fragmentación en cinco proyectos distintos de las obras de la M-30 que provocan una desorganización generalizada. Ningún especialista ha supervisado los trabajos", aseveró la edil.

Sabanés -como ya avanzó la semana pasada la responsable de Medio Ambiente de IU en el Ayuntamiento, Concha Denche- añade que se han producido también daños medioambientales en el entorno. "Han metido la canalización por mitad de la Casa de Campo y los destrozos también son importantes".

Sabatini

Izquierda Unida reclamará información sobre lo que está ocurriendo con esta obra en "el pleno municipal y en las comisiones pertinentes". Sabanés recuerda que, además de los presuntos daños medioambientales producidos por el colector, se ha derribado una valla del siglo XVIII atribuida al arquitecto italiano Francesco Sabatini por seis lugares diferentes para que pasen los camiones de las obras.

El Ayuntamiento replicó hace unos días que el tapial, de menos de dos metros de altura, no fue diseñado por Sabatini y que el Plan General de Ordenación Urbana de Madrid de 1997 permite su derribo y sustitución. Afirman que ya han enviado la documentación a la Dirección General de Patrimonio de la Comunidad de Madrid. Añaden que les extraña que la tapia esté protegida cuando buena parte de su estructura es de cemento.

Por su parte, ni el Ayuntamiento de Madrid ni la Comunidad respondieron ayer a las llamadas de este periódico para dar su versión sobre los posibles daños causados en las terrazas del Manzanares.