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Un incendio destruye la sede del Obispado de Tenerife, del siglo XVII

La Casa Salazar era un exponente destacado de arquitectura canaria

Un incendio destruyó ayer por completo, sin causar víctimas, la sede del Obispado de Tenerife, ubicada en la Casa Salazar, un edificio de dos plantas construido en 1664 cuya arquitectura barroca y buen estado de conservación fueron unas de las principales aportaciones a la declaración del casco de La Laguna como Patrimonio de la Humanidad en 1999.

Las llamas se originaron minutos antes del mediodía en una sala pequeña que hacía las veces de biblioteca, confirmó Antonio Morales, uno de los siete vicarios que, junto al obispo Bernardo Álvarez, intentaron aplacar las llamas con extintores. El edificio, construido en su mayor parte con madera de tea, ardió por completo. Casi un centenar de bomberos y agentes de policía evacuaron los edificios colindantes. Dos de ellos, la sede de la UNED y la Biblioteca Episcopal, quedaron gravemente afectados.

El incendio ha destruido uno, si no el mejor, ejemplo de arquitectura canaria, que tanto serviría de modelo para los nuevos núcleos urbanos de Latinoamérica. Aunque la fachada y las fuertes columnas son de piedra trabajada y tallada, su suelo, balconadas, techos, pasillos y galerías son completamente de madera. A pesar de ello, el edificio no disponía de un sistema de aspersión que se activara en caso de incendio.

Entre las obras perdidas se encontraban cuadros firmados por Francisco Bonnín, José Aguiar, Mariano de Cossío, Manuel López Ruiz y Martín González.

Aunque ha dejado un paisaje ruinoso, el incendio no afectó a la cámara acorazada ignífuga que alberga el Archivo Histórico, donde se custodian los documentos más antiguos de las islas. Construida en 1664, la Casa Salazar fue durante años un casino, en cuyo piano el músico Teobaldo Power compuso los Cantos canarios, una obra de fuerte arraigo popular que el Parlamento instituyó hace años como el himno de Canarias, con letra escrita por el timplista Benito Cabrera.

El duodécimo obispo de la diócesis nivariense, Bernardo Álvarez, se encontraba ayer "desolado", según el vicario Morales. Entre las pérdidas, también ardió por completo su residencia, adonde hacía pocos días había trasladado todas sus pertenencias.

El presidente del Gobierno de Canarias, Adán Martín, anunció, cuando aún el edificio estaba en llamas, que su equipo arbitrará "las medidas que sean necesarias para la inmediata" recuperación del inmueble. En el mismo sentido se manifestaron el presidente del Cabildo Insular de Tenerife, Ricardo Melchior, la alcaldesa de La Laguna, Ana María Oramas, y el delegado del Gobierno, José Segura, que anunció haber mantenido informada de lo sucedido a la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega.

Un bombero escala la fachada de la sede del Obispado de Tenerife, en cuyo interior se declaró un incendio.
Un bombero escala la fachada de la sede del Obispado de Tenerife, en cuyo interior se declaró un incendio.EFE
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