Menos humos, más colillas

La ley antitabaco, además de soliviantar a los fumadores, ha tenido otros efectos. Como el incremento de la suciedad en las calles por el obligado cambio de costumbres de los adictos a los cigarrillos. Y a un problema, una solución. Es lo que ha pensado el Ayuntamiento de Bilbao, que la próxima semana repartirá 20.000 ceniceros de mano para que las colillas no acaben en la vía pública.

"La gente tiene que salir a la calle a fumar, y las aceras presentan un aspecto más descuidado", constató ayer el concejal de Obras y Servicios de Bilbao, José Luis Sabas. Los ceniceros portátiles, de plástico y forma redondeada, se asemejan a una pequeña caja de caramelos. Tienen un clip para llevarlos enganchados del cinturón o el bolsillo -como los teléfonos móviles- y cuentan con dos posiciones de apertura: una para depositar la ceniza y otra para dejar la colilla. El recipiente interior también es extraíble para permitir su limpieza.

Los ceniceros de plástico tienen un clip para llevarlos como un móvil

La iniciativa es inédita en España y las autoridades bilbaínas aseguraron que sólo conocen una experiencia similar en París. "Pedimos a los ciudadanos que lo utilicen y no ensucien así las calles", solicitó ayer Jesús Aresti, jefe del servicio de limpieza municipal de la capital vizcaína.

El consistorio no concretó el día en que se empezarán a repartir: "La próxima semana". La distribución será la lógica: en los ocho centros de distrito en que se divide Bilbao y en las bocas de metro más utilizadas. El reparto gratuito de artilugios destinados a los fumadores no va en contra del espíritu de la ley y, según el concejal bilbaíno, no fomentará el tabaquismo. "Es una alternativa amable para acabar con la suciedad en las calles".

No obstante, a cada nueva medida siempre le sale alguna objeción. "Tiene un fallo. Es que, después de usarlo y guardarlo en el bolsillo, queda el olor del tabaco. Y no puedes andar limpiándolo cada vez que lo uses. Además, sigue oliendo tras limpiarlo. Habrá que ver también dónde lo vacía luego la gente y dónde lo limpia", afirmaba ayer uno de los primeros usuarios.

La distribución de los ceniceros portátiles estará acompañada de la instalación de mil nuevas papeleras en la zona más céntrica de Bilbao. El consistorio ha detectado que el número de colillas ha aumentado significativamente cerca de la Gran Vía, donde se concentran gran cantidad de comercios y oficinas.

Las papeleras incorporarán ceniceros para que los fumadores no tengan la excusa de tirar la colilla en la calzada. De acuerdo con la transformación urbanística que experimenta Bilbao desde la pasada década, este nuevo mobiliario urbano estará revestido de materiales nobles que soporten las inclemencias meteorológicas o los orines de los perros. Ahora hay 4.364