Merkel promete en Moscú profundizar las relaciones bilaterales con Rusia
La canciller recibe a responsables de ONG en la Embajada alemana en la capital rusa
La canciller de Alemania, la democristiana Angela Merkel, indicó ayer su intención ampliar y profundizar las relaciones bilaterales con Rusia, incluido el sector energético y la construcción del gasoducto del Báltico, pero marcó las diferencias con su predecesor, el socialdemócrata Gerhard Schröder, al mostrar un mayor interés por los problemas de la democracia en Rusia. La primera visita de trabajo de la canciller a Rusia concluyó en menos de una jornada. Durante más de tres horas, Merkel se entrevistó con el presidente Vladímir Putin en el Kremlin.
La canciller muestra mayor interés que su predecesor por los problemas de la democracia en Rusia
"Ella [Merkel] entiende cosas que otros políticos occidentales no entienden, porque viene del Este", asegura el responsable de una ONG
La construcción del gasoducto submarino entre Rusia y Alemania tiene una importancia estratégica para Berlín
Antes de regresar a Berlín, Merkel se reunió en la embajada de su país con representantes de organizaciones no gubernamentales (ONG) y de derechos humanos rusas. La canciller Merkel, que recurrió a un intérprete para conversar con Putin, perdió su timidez con los representantes de la sociedad civil y se lanzó a hablar en ruso, idioma que fue una de sus asignaturas favoritas cuando era estudiante en la República Democrática Alemana. La cita en la embajada constituía una clara diferencia entre Merkel y su predecesor. "Ella entiende cosas que otros políticos occidentales no entienden porque viene del Este", manifestó Arseni Roginski, responsable de una ONG.
Putin y Merkel se mostraron cordiales en una rueda de prensa conjunta, donde no hubo ni tensiones aparentes ni las familiaridades que se prodigaban el presidente ruso y su amigo Schröder. Putin calificó la entrevista de "abierta, cordial y confiada", y Merkel afirmó que el diálogo había sido "muy abierto, franco y extenso". "Creo que podemos ampliar nuestra relación estratégica", señaló la canciller, que también planteó a su interlocutor, dijo, "temas en los que no estamos de acuerdo". Concretamente, Merkel expresó sus objeciones a la política del Kremlin en Chechenia y a la nueva ley sobre ONG. De forma constructiva, la canciller manifestó que quiere esforzarse para que la UE ayude en el desarrollo de Chechenia y el Cáucaso.
Los detractores de la ley de ONG consideran que ésta permite a las autoridades rusas una fiscalización política, Putin explicó que el documento había sido sometido al dictamen del Consejo de Europa y que "todas las objeciones habían sido tenidas en cuenta" antes de su aprobación definitiva por el Parlamento en diciembre. "De lo que se trata es de excluir la financiación no transparente", puntualizó el líder ruso. También subrayó su deseo de continuidad. "Queremos ampliar la colaboración en política exterior, economía y en temas humanitarios", afirmó.
Alexéi Miller, presidente de Gazprom, el monopolio del gas ruso, seguía la conferencia de prensa de Merkel y Putin en primera fila. Su presencia indicaba que el gas y el gasoducto del Báltico, que será el mayor de Europa, fueron un tema destacado. El gasoducto, que tendrá 1.200 kilómetros de longitud y unirá a Rusia y Alemania directamente por el fondo del mar, ha provocado una tormenta política en los países situados entre ambos socios. Merkel afirmó ayer que el gasoducto es de gran importancia estratégica para Alemania y constituye "una inversión de capital en la seguridad del aprovisionamiento energético en Europa". "En lo que se refiere a los Estados bálticos y Polonia", añadió, "quisiéramos subrayar que este proyecto no va dirigido contra nadie". La construcción del gasoducto comenzó en diciembre y se trata de un proyecto conjunto de Gazprom y dos empresas alemanas. El ex canciller Schröder ha sido elegido como presidente del comité de accionistas.
También el acuerdo entre Rusia y Ucrania para el aprovisionamiento de gas a este país salió a relucir ayer. "Nuestro error fue no explicar con suficiente claridad y precisión la esencia de lo sucedido", señaló Putin. En opinión del presidente, si los occidentales hubieran comprendido el problema y su solución, "hubieran respirado con alivio y hubieran estado agradecidos a Rusia y Ucrania".
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