Diez pacientes de Vall d'Hebron inician terapia con 'cannabis'

Un total de 10 enfermos (cuatro de ellos oncológicos, otros tres con sida y los tres restantes afectados de esclerosis múltiple) han sido seleccionados para recibir tratamiento con extracto de marihuana con el fin de comprobar el poder terapéutico de esta planta.

Estos pacientes, cuatro de los cuales empezaron el tratamiento el pasado 10 de diciembre mientras que los seis restantes lo iniciarán en los próximos días, son los primeros participantes del plan pionero que la Generalitat realizará durante un año, con un total de 600 enfermos. El objetivo es probar si el cannabis mitiga los vómitos y las náuseas causadas por la quimioterapia en enfermos de cáncer y si alivia el dolor neuropático y la espasticidad (contractura muscular permanente) en las personas afectadas de esclerosis múltiple. También se pretende investigar si el cannabis, como apuntan varios estudios, aumenta el apetito a enfermos de sida con anorexia sin incrementar la carga viral.

Uno de los requisitos que deben cumplir los enfermos que participan en la experiencia es que no hayan respondido a los tratamientos convencionales para contrarrestar los síntomas citados.

Estos primeros pacientes han sido seleccionados por médicos del hospital Vall d'Hebron de Barcelona, en cuyo servicio de Farmacia se les suministra el aerosol sublingual Sativex. Se trata de un extracto de marihuana que contiene sus más de 400 principios activos y que se ha importado de Canadá, donde está autorizado para el dolor neuropático propio de la esclerosis múltiple.Rafael Manzanera, director de Recursos Sanitarios del Departamento de Salud de la Generalitat, explicó ayer que los pacientes seleccionados toman diariamente las dosis del aerosol indicadas por su médico. Al principio, las dosis prescritas a cada paciente por su facultativo son pequeñas, aunque pueden aumentarse en función de los efectos obtenidos. "Cada enfermo posee un librillo en el que va anotando su estado y los posibles efectos adversos en función de las tomas del fármaco. La evaluación subjetiva del paciente es muy importante, pero también se tendrá en cuenta, a la hora de analizar los resultados de la investigación las consideraciones de los facultativos y de los farmacéuticos que siguen a los enfermos", explica Manzanera.

Un total de 60 farmacias del área de Barcelona participan en el plan piloto. El papel del farmaceútico es importante porque aconseja en todo momento al enfermo sobre la forma de aplicarse el aerosol y sobre la adecuación de las dosis, que son distintas para cada paciente, en función de su patología y de su gravedad.

Aunque los diez primeros pacientes pertenecen al Hospital Vall d'Hebron, próximamente semanas se irán incorporando enfermos de los cinco centros hospitalarios restantes que también participan en la experiencia piloto: el Clínico, el Sant Pau y el Hospital del Mar de Barcelona, el Germans Trias i Pujol de Badalona y el Hospital de Bellvitge, en L'Hospitalet de Llobregat.

Los pacientes que participarán en el plan -unos 600-, siempre de forma voluntaria y a propuesta de sus respectivos facultativos, seguirán tratamiento con extracto de cannabis durante varias semanas y, de sus consideraciones subjetivas y de las de una unidad de control formada por expertos, debe determinarse si esta planta es efectiva para las indicaciones que se estudian y en qué dosis lo es sin causar efectos adversos. Manzanera explicó que los primeros resultados se darán a conocer dentro de unos tres o cuatro meses. La evaluación final, sin embargo, se realizará dentro de un año, cuando se prevé que habrán participado en el plan 600 enfermos.

El uso terapéutico del cannabis sólo está autorizado en Holanda, donde lo utilizan unos 8.000 pacientes aquejados de distintas patologías, y en Canadá. En Holanda, los enfermos toman marihuana secada, mientras que en Canadá el producto autorizado es el aerosol por el que optaron la Generalitat y el Ministerio de Sanidad para llevar a cabo la experiencia piloto en Cataluña. El formato del Sativex, el aerosol, ha sido considerado por las autoridades sanitarias más oportuno, ya que, a diferencia de la marihuana triturada autorizada de Holanda, no guarda parecido con la modalidad de la planta utilizada con fines lúdicos. El ensayo para probar el poder terapéutico del cannabis era un objetivo que el tripartito incluyó en el Pacto del Tinell.