Respuesta de Gil Calvo
Agradezco sobremanera a mi estimado colega y querido compañero Rafael Feito que, en su carta al director del pasado viernes 30 de diciembre, se molestase en comentar mi artículo sobre La persistencia del escolasticismo publicado días atrás en estas mismas páginas. Reconozco que, sobre sociología de la educación, él es más competente y experto que yo. Por eso me halaga que se dejase provocar por algunas de mis argumentaciones, que pretendían alertar, en efecto, sobre la baja calidad del capital humano que se suministra a los alumnos de las instituciones educativas españolas. Si los comparamos con sus colegas europeos, resulta sorprendente que nuestros estudiantes declaren en las encuestas su aspiración prioritaria a convertirse en funcionarios. De ahí que luego manifiesten con su comportamiento efectivo tan bajos niveles de productividad y de movilidad. Por eso recurrí en mi artículo a la expresión "desprecio al trabajo", haciendo mío el diagnóstico que el patriarca de la sociología de la educación, James Coleman, dedicó a la universali-
zación de la enseñanza secundaria. Pero en cambio, en ningún momento propuse regresar a la "mano dura contra el estudiantado", como me atribuye mi colega.
Por el contrario, sólo propuse como único remedio posible la oferta de incentivos positivos: la promesa creíble de movilidad ascendente reservada para quienes demuestren la capacidad de autosuperarse.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.