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Hallado muerto en un canal de Bruselas un ex ministro de Ruanda

Uwilingiyimana estaba acusado de genocidio y colaboraba con el tribunal de la ONU

Ana Carbajosa

El cuerpo desnudo y descompuesto hallado el pasado día 17 flotando en un canal en Bruselas es el de Juvénal Uwilingiyimana, un ex ministro ruandés de 54 años acusado de genocidio, según concluyó la noche del jueves la policía belga. El ex ministro de Comercio de Ruanda colaboraba con el Tribunal Penal Internacional de Ruanda (TPIR), que juzga a los responsables del genocidio de 1994, y había expresado temor por su vida por su colaboración con la corte.

"La oficina del fiscal del Tribunal Internacional para Ruanda ha sido informada por las autoridades belgas de que el cadáver descubierto en el canal de Charleroi en Bruselas, ha sido identificado como el Juvénal Uwilingiyimana", informó ayer el TPIR en un comunicado.

La esposa de Uwilingiyimana había anunciado su desaparición en Bruselas, el pasado 21 de noviembre. Un metro setenta de altura, con gafas, pantalón gris, camisa verde, jersey de lanas a rayas rojas y grises y un abrigo verde oscuro eran las señas de identificación del hombre que gozaba de la condición de refugiado político en Bélgica desde hacía siete años.

La última vez que fue visto fue en Anderlecht, el barrio con una alta proporción de población inmigrante de la capital belga en el que vivía. El 17 de diciembre, un paseante descubrió los restos de un cuerpo humano flotando sobre el canal de Charleroi. Y finalmente, la noche del pasado jueves, la policía belga dio la noticia de que las pruebas de ADN revelaban que el cadáver pertenecía al refugiado político hutu.

El abogado del ex ministro ruandés, Sven Mary, fue informado de la identificación del cadáver pero no, aseguró, de las causas de la muerte de su cliente

Hacía tres meses que Uwilingiyimana suministraba información a Arusha (Tanzania), sede del Tribunal de la ONU, que juzga a los responsables del genocidio ruandés. Desde su creación en 1995, el TPIR ha inculpado a 22 personas por el asesinato en Ruanda de unas 800.000 personas -la mayoría de la minoría tutsi- entre los meses de abril y mayo de 1994.

Dos miembros del TPIR, interrogaron en varias ocasiones al político ruandés, al que responsabilizaban de la masacre de 4.200 ruandeses. Las confesiones de Uwilingiyimana le permitían la conmutación de parte de su pena, según un acuerdo al que había llegado con el tribunal. El último interrogatorio del TPIR tuvo lugar apenas tres días antes de su desaparición en la antigua potencia colonial.

"Él había expresado su preocupación, como a menudo se lo había manifestado a los investigadores, sobre el peligro que corría él y su familia, si decía la verdad sobre la responsabilidad en el genocidio de ruandeses poderosos exiliados", indicó el tribunal en la nota emitida ayer.

Desde el primer día de la desaparición de Uwilingiyimana, miembros de la comunidad ruandesa en el exilio acusaron al tribunal penal internacional de someter al testigo a presiones para que acusara a antiguos miembros del Gobierno ruandés también exiliados. El pasado miércoles unas 200 personas se manifestaron ante la Embajada de Ruanda en Bruselas por este motivo.

"Si se determina que la causa de la muerte es un asesinato, la oficina del Fiscal expresa su ferviente esperanza de que las autoridades belgas sean capaces de detener y juzgar a los responsables", añadía el comunicado del TPIR, que reconocía que con la muerte de Uwilingiyimana, la justicia ha perdido a un testigo esencial.

Dos supervivientes ruandesas muestran fotografías de familiares víctimas del genocidio en abril de 2004.
Dos supervivientes ruandesas muestran fotografías de familiares víctimas del genocidio en abril de 2004.REUTERS

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Sobre la firma

Ana Carbajosa
Periodista especializada en información internacional, fue corresponsal en Berlín, Jerusalén y Bruselas. Es autora de varios libros, el último sobre el Reino Unido post Brexit, ‘Una isla a la deriva’ (2023). Ahora dirige la sección de desarrollo de EL PAÍS, Planeta Futuro.

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