Salgado acusa a las tabacaleras de buscar la adicción de los jóvenes

La ministra de Sanidad, Elena Salgado, no mostró ayer la menor duda al interpretar la estrategia de las tabacaleras, que han sacado en los últimos días 17 nuevas cajetillas de bajo precio (alrededor de 1,3 euros). "Nos enfrentamos a una poderosa industria", dijo Salgado, "que desea incorporar al hábito de fumar, en estos días que quedan antes de la entrada en vigor de la ley, al máximo número de fumadores jóvenes".

Las marcas baratas sólo suponían el 9,5% del mercado de cigarrillos en 2004, pero a lo largo de este año se han disparado hasta superar la cuota del 30%, según fuentes del sector. La directiva europea 10/2002/EC permite al Ministerio de Economía y Hacienda subir los impuestos especiales a estas cajetillas de forma inmediata. La OMS considera las subidas de precios una medida eficaz contra el consumo.

La ministra Salgado no quiso pronunciarse ayer sobre esa posible medida fiscal, precisamente porque corresponde a otro departamento. Sí señaló: "No queremos que España sea el estanco de Europa". Hizo estas declaraciones antes de comparecer ante la comisión de sanidad y consumo del Senado.

El senador de Entesa Catalana Ramón Espasa calificó de "provocación y de "dumping social y sanitario" la proliferación de cajetillas baratas, y emplazó al Gobierno a responder con una subida de la fiscalidad.

Rodrigo Córdoba, presidente del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT), que agrupa a 40 sociedades científicas y sanitarias españolas, considera que "para combatir de forma efectiva el crecimiento de las marcas de tabaco a bajo precio, el Gobierno debería triplicar o cuadruplicar las medidas fiscales que impone a las empresas que las comercializan", informa Servimedia.

Según Córdoba, "España vende el tabaco más barato de Europa", y el Gobierno debe "luchar contra el vector de transmisión de la epidemia del tabaquismo, que es el bajo precio". EL CNPT asegura que el Gobierno está estudiando seriamente fórmulas fiscales para reducir las ventas de estas marcas baratas, pero Córdoba exige "una mayor coordinación entre los ministerios de Economía y Hacienda y el de Sanidad para establecer algún tipo de impuesto fiscal que realmente combata esos precios".

"En una economía de libre mercado", dice Córdoba, "el Gobierno no puede establecer ningún precio mínimo para vender tabaco". No obstante, este experto insiste en la necesidad de "evitar que estas marcas sigan atrayendo a menores y a los grupos de población más vulnerables económicamente".

En el Senado, la ministra recordó que, en sus 18 meses de gestión, ha dedicado 30 millones de euros al impulso de programas de control del tabaquismo.